El Beneficio de la Duda
Jorge Luis de Santiago Sánchez*
Los tremendos vaivenes que ha sufrido la cotización del peso mexicano respecto a las denominadas monedas fuertes a nivel internacional en recientes años, especialmente en relación con el dólar estadounidense, ha dejado en evidencia las grandes debilidades existentes en el diseño de la economía mexicana, vigente por más de tres décadas.
A pesar de que México redefinió su economía desde el salinato, con el objetivo de priorizar las necesidades de los grandes capitales trasnacionales, dicha mansedumbre de ninguna manera se ha reflejado en una mejora palpable en el valor de la moneda local y, mucho menos, en una expansión del poder adquisitivo de la población de nuestro país.
Por lo anterior, es importante recordar que la profundización de las políticas gubernamentales basadas en la entrega de las riquezas de México, a precio de saldo, y la devaluación constante del valor del tipo de cambio local, en realidad responde a las necesidades de la plutocracia global que controla a los poderosos conglomerados financieros internacionales, por lo que la aparente inestabilidad cambiaria es parte de una táctica que se sustenta en utilizar cualquier excusa, como la debilidad económica en Burkina Faso o la crisis financiera en Grecia, para abaratar el valor de los activos estratégicos existentes en el país o en los llamados mercados emergentes.
En el caso particular de México, tiene el claro propósito de facilitar y abaratar la compra de una serie de valores nacionales de importancia vital, como son los energéticos, los referentes a los servicios en telecomunicaciones, infraestructuras o los activos inmobiliarios, por citar algunos, situación que tristemente será sufragada gracias a la pérdida constante del poder adquisitivo de la mayoría de la población, cuestión que sólo puede ser posible gracias a la anuencia de una serie de importantes funcionarios gubernamentales, encargados de dirigir la política económica de nuestra nación.
En una nota periodística publicada el pasado 15 de junio, por el medio electrónico www.sinembargo.com.mx, varios especialistas coincidieron en el hecho de que la cotización del peso mexicano se encontraba sumamente subvaluada, tal y como lo menciona Gabriela Siller Pagaza, analista de Banco Base, quien señala que se prevé que el tipo de cambio siga volátil, “con lo que el peso pudiera llegar de nuevo a un máximo histórico muy cercano a los 16 pesos por dólar”, de igual forma Siller resaltó que “el peso mexicano está muy subvaluado. El tipo de cambio debería estar alrededor de los 12.80 pesos por dólar [interbancario, el que se cotiza en los bancos]. Sin embargo, las depreciaciones que hemos visto no son por factores internos sino por factores externos”, por lo que resulta evidente la presencia de un fuerte elemento especulativo.
*Doctor en Relaciones Internacionales, Unión Europea y Globalización por la Universidad Complutense de Madrid, España.