La Villa de las Rosas (cuento)
Jonathan Núñez
Cuentan que en éste lugar tan extraordinario es un pecado mortal hacer eso que le llaman “salir del closet” puesto que todo el mundo ve como algo antinatural que una persona se declare heterosexual.
La normalidad inunda toda la ciudad, ningún rincón se escapa, así pues, se puede observar un número interminable de parejas que caminan de la mano o se devoran a besos en las bancas de los jardines, hombres con hombres, mujeres con mujeres, lo cotidiano. Pero tras toda esta perfección, La Villa de las Rosas esconde un oscuro secreto, que se puede descubrir con solo indagar las últimas muertes violentas o asesinatos por supuestas causas de asaltos o secuestros. Todos o la gran mayoría eran personas heterosexuales, la discriminación es brutal.
Simplemente con encender el televisor se percibe el ambiente hostil que denigra a las personas que prefieren el sexo opuesto para sus relaciones amorosas. Abundan los chistes que los ridiculizan, los programas de sátiras o las desacreditaciones, incluso se encuentran varios videos regados por el ancho mundo de la red en donde se muestra de una manera perturbadora cómo son torturados algunos de ellos, pertenezcan al sexo masculino o al femenino, pero con la característica común que los coloca en un nivel inferior de la escala social: su heterosexualidad.
A pesar de que dicho sector de la sociedad sufre constantemente el repudio de la gente «normal», se atreven a salir a las calles y organizar marchas como forma de protesta exigiendo un trato digno e igualitario, muchos los respetan y muchos hacen sonar el claxon desde sus vehículos y les gritan insultos como “Pinches viejas desviadas” o “maricones traumados” aunque no sepan lo que gritan.
En los últimos 3 años, muchas figuras públicas, artistas, cantantes y demás personajes de la farándula se han declarado heterosexuales, dando pie a lo que dicen “el inicio de la construcción de una nueva conciencia social”, aunque suena bastante ambiciosa la idea, porque faltan enormes esfuerzos para lograrlo.
Gracias a las redes sociales principalmente, la juventud ha crecido en una ola de información de todo el mundo, en un conglomerado informático que les permite darse cuenta de las revoluciones sociales y políticas en algunas partes del planeta, así pues, nuevas generaciones tratan de germinar la semilla de la dignidad, las ganas de querer transformar su entorno, es por ello que algunos sin miedo salen a la calle a protestar, a exigir o incluso a demostrar que la vida con justicia es y debe ser posible.
La pareja que forman Víctor y María es un ejemplo de dichas juventudes, salen a pasear tomados de la mano, se besan en los parques a la vista de todos aunque para muchos sea un acto de cinismo ofensivo. Pronto serán víctimas de la discriminación criminal, después serán iconos de una lucha en busca de sueños, de utopías, posteriormente serán recordados por pocos y al final se convertirán en polvo del olvido mientras La Villa de las Rosas continúa su ciclo de convulsiones y calma a través del tiempo.