Adiós Al Avión, Adiós Al Lujo Y Al Derroche
Por: Vladimir Parra
Columna: Estación Esperanza
“No puede haber Gobierno rico con pueblo pobre”
-Andrés Manuel López Obrador
A fines de 2012 y como uno de los últimos actos de su Gobierno, Felipe Calderón, adquirió un avión Boeing 787 bautizado como: José María Morelos y Pavón, el cual originalmente costó 114 millones de dólares y que tras las adecuaciones que se le realizaron alcanzó un costo de 218,7 mdd. Un avión símbolo de los lujos, excesos, derroches, de ostentación además de un ejemplo de los malos gobiernos neoliberales.
El avión poseía diversos lujos entre los que destacan una cama king size, caminadora eléctrica, sala de juntas, sistema individual de entrenamiento, espacio para 80 personas, salón de trabajo con sala, pantallas de plasma, baños de última generación con acabados en mármol, así como remodelaciones de ingeniería, instalación de sistemas, adecuaciones de estructura, equipamiento de cabina y certificaciones, lo que aumentó su costo 81 millones de dólares.
El avión fue mal visto por la mayoría de la población, debido a su elevado costo y lujos en un momento en que la administración de Felipe Calderón se caracterizó por gastos controversiales que abonaron a los cuestionamientos y malestar social, tal es el caso de la “Estela de Luz” que costó 1,146 millones de pesos o la inauguración de la Central Hidroeléctrica La Yesca en Nayarit, la cual costó más de 1.000 millones de dólares, 30% más del presupuesto inicial, decisiones envueltas en señalamientos de corrupción y malos manejos.
Si bien la aeronave fue adquirida por Felipe Calderón, la misma siempre fue considerada un regalo a su predecesor Enrique Peña Nieto, pues fue entregada y estrenada hasta febrero de 2016. Desde entonces realizó 214 operaciones y acumuló 600 mil km de vuelo.
Uno de los principales críticos del avión fue Andrés Manuel López Obrador, que una vez electo como Presidente, señaló que no lo utilizaría debido a que era un insulto al pueblo de México, incluso sin ser usado generaba costos elevados. Fue por esos motivos y siguiendo los principios e ideales de la Cuarta Transformación que se optó por venderlo, operación que fue concluida la semana pasada con el Gobierno de Tayikistán quien pagará por $1,658 millones de pesos por él, dinero que será invertido en la construcción de 2 hospitales: Tlapa, Guerrero y Tuxtepec Oaxaca, con el fin de garantizar la salud en zonas de alta vulnerabilidad buscando así, el bienestar de las grandes mayorías por sobre el interés individual.
Se han terminado aquellas visitas internacionales en donde el Poder ejecutivo era acompañado hasta por 200 acompañantes en un ambiente de lujos y derroches. Hoy por hoy, el Presidente Andrés Manuel se ha mantenido apegado a sus convicciones e ideales, actuando de manera congruente a las críticas que realizó en el pasado y anteponiendo los intereses colectivos antes que los privilegios, los lujos y el derroche. Esa es la tranformación que vive México, esa es la Cuarta Transformación.