García Luna y Cienfuegos evidencia del narcoestado de Calderón y Peña Nieto
Por Eduardo Bravo*
Columna: Ajedrez Político
La detención en los Estados Unidos de América (EUA) de los narcosecretarios García Luna y del General Salvador Cienfuegos, muestra la complicidad de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto con el narcotráfico y grupos de la delincuencia organizada.
En diciembre del 2019 fue detenido el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna en los EUA, por cargos de tráfico de droga, falsos testimonios y corrupción. García Luna puede enfrentar 10 años de prisión o cadena perpetua por los cargos que se le imputan, entre ellos recibir sobornos millonarios del cártel de Sinaloa, según informó el Departamento de Justicia del país del norte.
Es importante señalar que el aumento de la violencia en México inició en 2006 con la llamada “guerra contra el narco”, la cual fue orquestada por el expresidente Calderón, cuya guerra llenó de muertos, desaparecidos y fosas clandestinas al país. El encargado de garantizar la seguridad pública a nivel federal en el gobierno de Calderón era el narcosecretario, hoy preso, Genaro García Luna.
La noche del 15 de octubre fue detenido en Estados Unidos el General Salvador Cienfuegos, quien fuera secretario de la Defensa del gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto, esta detención es otra muestra de la corrupción y complicidad de los gobiernos emanados del sistema neoliberal, que lejos de velar por los intereses de las mayorías, solo buscaban enriquecerse a como dé lugar.
La detención de los narcosecretarios, comprueba que durante el 2006 al 2012 México fue gobernado por un narcoestado, en los dos casos la justicia de los EUA ha revelado que los gobiernos de Calderón y de Peña Nieto obtuvieron millones de pesos en sobornos por parte del cartel de Sinaloa y los Beltrán Leyva, para contraatacar a las demás organizaciones criminales con ayuda del ejército.
La descomposición masiva en el tejido social mexicano provocada por más de una década de guerra, ha calado hondo en las familias que a causa de la violencia han sufrido la pérdida de un familiar, de su patrimonio y lo más importante, han perdido la tranquilidad y la confianza en las autoridades que son las encargadas de brindar seguridad y protección a la ciudadanía.
*Autor de la columna “Ajedrez Político”, Licenciado en Administración Pública y Ciencia Política, por la Universidad de Colima, analista independiente en temas sociopolíticos y colaborador en diferentes medios digitales.