La Reforma a Pensiones de la 4T: justicia para la clase trabajadora
Columna: Estación Esperanza
Por Vladimir Parra Barragán
“El gobierno federal impulsa una nueva vía hacia el desarrollo para el bienestar, una vía en la que la participación de la sociedad resulta indispensable, y que puede definirse con el propósito de construir la modernidad desde abajo, entre todos y sin excluir a nadie… Solo con una sociedad justa lograremos el renacimiento de México.” Andrés Manuel López Obrador
Una gran reforma al sistema de pensiones fue presentado el martes pasado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador. Acorde con los preceptos de la Cuarta Transformación, se pretende otorgar justicia a las clases que menos tienen y procurar que las mexicanas y mexicanos aspiren a pensiones justas.
¿Por qué es importante esta propuesta?, es una pregunta que muchas y muchos nos hacemos. Me gustaría compartir con ustedes algunas reflexiones.
Primero, la propuesta del Gobierno de México busca mejorar las condiciones de vida de trabajadores cuando se retiren; en la actualidad, hay una gran cantidad de pensionados que tienen ingresos de 3 mil pesos al mes que les han sido otorgadas por el monto de cotización que tuvieron mientras trabajaron.
Segundo, el trabajador aumentará en promedio hasta un 40 por ciento su tasa de retiro; con ello se busca que los trabajadores tengan acceso a un retiro justo y digno.
Tercero, la propuesta de la Cuarta Transformación, pretende proteger a las y los trabajadores que ganan menos, es decir a 85 por ciento de los trabajadores de México. Si vamos a detalle, los que tenían hasta cinco salarios mínimos, van a aumentar de 31 a 54 por ciento su tasa de reemplazo, es decir, aumentarán más o menos 70 por ciento lo que estaban recibiendo como aportación a su fondo de pensiones.
Cuarto, la edad mínima de jubilación seguirá siendo de 60 años pero se necesitarán únicamente 15 años de cotización, no 25 como actualmente sucede; y el monto de la pensión será acorde a lo ahorrado y a las semanas que hayan trabajado o cotizado en el Sistema de Pensiones.
Quinto, la reforma propuesta por el Presidente López Obrador aspira a que el 82 por ciento de la población tenga acceso a una pensión garantizada y se pretende que los rendimientos de Afores vayan a mejorar las pensiones de los trabajadores y no se queden en la administración pública.
Otro de los factores importantes que debemos destacar es que esta reforma surge de un acuerdo con el sector empresarial, lo que confirma la profunda sensibilidad del Presidente de construir consensos con los sectores patronales, industriales, de servicios y de comercio a favor del pueblo.
El día que fue anunciado, comparecieron con el Presidente empresarios que en otros momentos le han sido antagónicos, como Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, quien con su presencia ese día confirmó que más allá de las diferencias ideológicas o de intereses particulares o gremiales, la defensa del Pueblo debe estar por encima de cualquier posición.
“Si esa reforma no se corrige –dijo el Presidente- al pensionarse los trabajadores, recibirían menos de la mitad de su salario. Esto se iría agravando con el tiempo. No padeceríamos mucho por esa mala reforma, pero hacia adelante, haría crisis y los que padecerían más serían los trabajadores en activo, porque se les cancelaría un retiro digno”.
La reforma a las pensiones impulsada por el Gobierno de la Cuarta Transformación llega a tiempo, como muchas otras modificaciones presentadas por el Presidente López Obrador, que van sentando los principios de justicia social en el país; que procuran el bienestar general por encima de intereses particulares que atentan contra los derechos de las y los mexicanos.
Lo dije en mi columna publicada ayer. La propuesta cuatroteísta contrasta de manera importante con la realidad que vivimos en Colima. Esa realidad en la que quienes han gobernado la entidad, desde siempre, tienen un nulo respeto por el retiro de los trabajadores y prefieren atentar contra los intereses del Pueblo con el fin de mantener sus posiciones y privilegios. Por eso, necesitamos transitar a un modelo pensionario justo, transparente, pero –sobre todo- que aspire a garantizar la aplicación de los recursos en beneficio de los colimenses y no a favor de unos cuantos integrantes del régimen priísta que crecen su patrimonio a costa de los que menos tienen.