El presidente pone orden a la corrupción portuaria desde Colima.
Viaje de las Ideas, por Juan José Gómez Santos.
• Oposición prianista riega el pasto con su llanto
La semana pasada, con la venida del presidente Andrés Manuel López Obrador al estado, y esta que acaba de pasar, como dijeran los clásicos del periodismo, “estuvieron movidas”. En ellas se dieron dos hechos de gobierno que constituyen acciones de profunda transformación administrativa y de justicia social, que pese a los detractores del prian, ahora escondidos por actos de millonarios sobornos recibidos; revelan que los más de 30 millones de mexicanos, no nos equivocamos en elegir este presidente.
El presidente eligió a Manzanillo por encima de la propuesta caciquil local de que transmitiera desde algún lugar de la ciudad de Colima la mañanera; porque el puerto es un bastión legitimo y de gran operatividad en los lineamientos puntuales de la Cuarta Transformación, donde gobierna con gran revelación de eficiencia y eficacia, la alcaldesa Griselda Martínez Martínez, única presidenta municipal invitada y ponderada con acierto por el jefe de un gobierno democrático que impone paradigmas en la gobernabilidad, para bienestar del pueblo mexicano y para administrar los recursos con que cuenta la Nación y que no fueron del todo saqueados por la pandilla del prianato y súbditos directivos del PRD que planearon, en una cueva de ladrones en que convirtieron el Congreso, el Atraco por México.
Pero vino a Manzanillo porque ahí durante todo el neoliberalismo anidó una cueva de ladrones públicos, coludidos en alguna medida con el imperio de la delincuencia organizada durante los últimos años, y eso lo sabe el presidente, de ahí que lanzara desde la facultad que tiene como presidente el anuncio, que sonó como un bombazo republicano, de poner orden y sanear la entidad con la administración de los puertos bajo la Marina, lo que ha generado algunas opiniones de mala leche de aquellos que toleraron un brutal y corrupto régimen en el prianato, y les asusta tal medida de emergencia nacional, ante la entrada por el puerto de drogas mortíferas y trafico ilegal de mercancías.
Afortunadamente para el presidente y el pueblo mexicano, la oposición prianista se encuentra derrotada, en el suelo, regando el pasto con sus lagrimosos llantos, valga el pleonasmo de ocasión. Una lloradera que se trae la oposición, seguida de los lamentos de una caterva de intelectuales que estaban acostumbrados a quitarle al gobierno el dinero que ahora va directo a los pobres, sin tocar las manos de uñas largas de los gobernadores.
Apenas llegó a la capital del país, luego de esta contundente decisión de poner orden en los puertos, llamando a ellos a generales y capitanes que siendo hombres y mujeres de mar, las torpes decisiones de los gobiernos federales bajo la bandera de los corruptos partidos del PRI y del PAN, eran “marineros en tierra”, y, en el caso de Manzanillo, la decisión presidencial los regresa a la playa de las azules aguas marinas del Pacífico.
Con esta decisión, en lo que toca a Colima, se inicia una nueva historia en la administración del puerto que, con la llegada de un nuevo secretario ingeniero de gran prestigio, se combatirá la corrupción y se mejorará notablemente la administración portuaria; lo que, como dijo el presidente, también impactará a Colima con mejor seguridad y menos criminalidad.
Todavía la mañana del jueves, en que se dio el relevo en la Secretaria de Comunicaciones y Transportes, con la salida de Jiménez Espriú, porque no estuvo de acuerdo -y con ello, al parecer, asentía con el viejo sistema corrupto portuario-, el presidente dedicó atención a Colima en el contexto de su gran decisión de encargar el cuidado de los puertos nacionales a la Marina. Dijo que esta pequeña entidad padecía la mayor violencia y que por el puerto entraban drogas tan fuertes como el fetanilo y otros productos de tráfico ilegal.
No fue nada que no conociéramos los colimenses qué ocurría en el puerto; lo malo es que durante los últimos 30 años, los diferentes gobiernos priistas se hicieron desentendidos de este problema y, de acuerdo a evidencias, mas bien participaban de las ganancias que esa realidad de corrupción ocasionaba desde el puerto.
Nuca más el puerto de Manzanillo debe ser botín de delincuentes políticos para apoyar campañas electorales o facilitar transacciones clandestinas a través de la entrada y salida de mercancías. Es más, debe el gobierno federal enfilar investigaciones específicas para detectar el enriquecimiento de pillos que traficaban con relaciones políticas y de colocación de sus títeres ahí. A muchos se les acabó el negocio, sin duda.
Volviendo a la semana movidita, obviamente para bien del pueblo mexicano, fue el anuncio contundente de un nuevo sistema de pensiones en favor de los trabajadores, para saldar así una deuda que la República tenía desde hace mas de 36 años en favor de la clase trabajadora. El anuncio que hizo en esta segunda semana el presidente, causó también gran impacto, y asesta un tremendo nocaut a la desfallecida oposición de prianistas que, francamente, no tienen ninguna arista por donde criticar el férreo edificio republicano de la Cuarta Transformación.
Y ya para cerrar lo movidito de estas dos semanas que pasaron; hay que referir el escándalo que ocasionó el delincuente Lozoya al embarrar a los legisladores del prian que fueron sodomizados, gustosos, con los sobornos para aprobar la reforma energética. Nada más los hipócritas puritanos panistas, aceptaron por medio del delincuentillo Ricky Rickin Anaya, la friolera de casi 60 millones de pesos con que, solícitos, licenciosos y corruptos, se agacharon los panistas para aprobar dicha iniciativa. Y entre ellos iban los siguientes colimenses que mal representaron a Colima en el Congreso de la Union, y estos son, para que no se olvide nunca:
Primero la dama senadoras Norma Alicia Galindo Matías; Mely Romero Celis, senador Jorge Luís Preciado Rodriguez; diputada Martha Sosa; diputados: Miguel Angel Aguayo, Francisco Zepeda González, Arnoldo Ochoa González. La mayoría de estas fichas políticas, andan queriendo influir en el próximo proceso electoral colimense, pero su descrédito ya los borró del mapa político. Es probable que falte más de una.
PUNTO Y RAYA
Sangre nueva en el corrompido Consejo General del INE.
Los operadores políticos de la Cuarta Transformación en el Congreso de la Union, finalmente atajaron las ansias de los del bando contrario -los operadores del viejo régimen del PRIAN por meter sangre suya al seno del INE y colocaron a nuevos consejeros con prestigio y con calidad moral y profesional, con lo que se inicia el saneamiento de ese organismo.
Así, con este proceso electivo al interior de la cámara de diputados, se establece en el asunto un nuevo paradigma en el método de elección, dejando atrás el reparto como botín de guerra de grupos parlamentarios, que se apropiaban de la mente y el alma de deshonestos consejeros que luego que llegaban al seno del Consejo General, asumían ciegamente los intereses de quienes allí los pusieron. Sin duda estamos ante cambios verdaderos en la vida pública nacional.
¡Hasta la próxima!