Villa de Álvarez y la ventana rota
Por Verónica Zamora
Por mucho que hable en los medios, por mucho que se auto complazca el alcalde Felipe, de apellido Cruz, vaya que Cruz, en su administración movimientociudadanezca, no convence.
Y no porque no me caiga bien el «santo varón» en su enésima tarea al frente de mi querido territorio charro taurino por historia y tradición, es que lo veo cada día, lo padezco y lo experimento.
Deje le cuento sobre la teoría de la ventana rota y la relación de ésta con el aumento de la delincuencia en ciertas zonas de la ciudad y que no necesariamente están ubicadas en colonias alejadas del centro.
No don Felipe no. La teoría de la ventana rota habla de que si descuidamos el entorno y los espacios públicos de convivencia de la ciudadanía o simplemente vemos basura, vidrios rotos, grafitti que no es encaminado a expresión artística pues, simplemente la criminalidad irá creciendo.
A tres cuadras de la presidencia, cerca de una casa blanca que me dicen los vecinos es de el ex presidente priísta Enrique Rojas, se pasea la delincuencia, el vandalismo, las adicciones, el abandono de jardines y espacios en los que los niños y las niñas no pueden y no deben jugar.
Un munícipe está para cerciorarse de que sobre todo los servicios públicos funcionen de maravilla. Está para recorrer los barrios y colonias a pie, como lo hacían en campaña.
Pero no, aquí le dejo una imagen de cerca de donde usted despachará un tiempo más, don Felipe. Hay mucho de esto por todas las colonias. Invierta poco en cultura y en espacios para el bienestar de la gente.
Digo póngale atención a las ventanas rotas, porque los robos, la juventud perdida por las drogas, el alcohol y la pobreza espiritual nos debe importar a todos y más a usted, Señor Presidente Municipal.