La cultura en Colima y Fideicomisos que se van y se quedan
Por Verónica Zamora Barrios
“Los liberales creían que, gracias al desarrollo de la libre empresa, florecería la sociedad civil y, simultáneamente, la función del Estado se reduciría a la de simple supervisor de la evolución espontánea de la humanidad. Los marxistas, con mayor optimismo, pensaban que el siglo de la aparición del socialismo sería también el de la desaparición del Estado. Esperanzas y profecías evaporadas» Octavio Paz, El ogro filantrópico.
La transfiguración del sistema de administración cultural que se veía venir por necesario, la transformación de esquemas que operaban desde el salinato y que con la 4T se van re-planteando en aras de un espíritu anticorrupción, que alcanzó a los fideicomisos millonarios de aduanas, y dio hasta para revisar a los nobles y sin fines de lucro que fueron creados para promover e incentivar la cultura, las artes y la educación.
Escribo desde la pandemia sobre un tema cultural y económico que nos preocupa a los artistas, poetas y escritores, con la buena voluntad que me permite una conciencia tranquila y un anhelo genuino de que todas y todos tengamos las mismas oportunidades de cumplir nuestras metas y para ello, anteponer el bien común y pensar primero en los que menos tienen o no tienen nada, ni esa riqueza espiritual que se desbordada en quienes tenemos y pudimos desarrollar dones artísticos.
El pasado 2 de abril se decretó la extinción de los fideicomisos según declaró en su conferencia matutina, el Presidente plantea recuperar, unos 250 mil millones de pesos que allí se guardaban y se podrán utilizar en programas sociales. Después de que se publicó este decreto en el Diario Oficial de la Federación para extinguir a los fideicomisos públicos sin estructura orgánica ni mandatos, explicó que los recursos que regresarán a la Tesorería representan casi un punto del Producto Interno Bruto (PIB); además, se tenían que desaparecer por mandato de ley.
No tardó en haber reacciones de ciertas organizaciones culturales e integrantes de la comunidad artística que hace unos días enviaron una carta a la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, para exigir un informe con la lista de fideicomisos del sector Cultura que desaparecerían.
Un fragmento de esa carta dice así: “Vemos con profunda preocupación que las autoridades de Cultura y Hacienda no hayan emitido una declaración clara y contundente respecto al alcance del decreto expedido el jueves, para fideicomisos y mandatos sustanciales en materia de arte y cultura en México”.
Entre los firmantes, unas 500 personalidades como Graciela Iturbide, Vicente Rojo, Juan Villoro, Antonio Lazcano, Néstor García Canclini, Mario Lavista, Bárbara Jacobs, Teresa Margolles, Magali Lara, Irene Azuela, Hugo Hiriart, Luis Felipe Fabre, Daniel Lezama, Abraham Cruzvillegas, Raymundo Mier, Julián Herbert, Claudia Lavista y Maya Goded, por mencionar algunos. Y grupos de la cultura, entre los que se encuentran el Cuarteto Latinoamericano, el Ensamble Tambuco, la investigadora teatral Luz Emilia Aguilar Zinser, Antares Danza Contemporánea, entre otros. y por su parte el diputado Sergio Mayer, presidente de la Comisión de Cultura de la Cámara baja, emitió un comunicado en el que aseguró que el decreto no afecta al Fidecine y que intentarán incorporar al Fonca a la Ley General de Cultura.
Alejandra Frausto Guerrero, secretaria de cultura federal, informó como adelanto en redes sociales que se extinguirán siete fideicomisos, entre ellos, el Fideicomiso irrevocable de administración Centro «Santo Domingo» Oaxaca y el Fideicomiso para la adaptación de los museos Diego Rivera y Frida Kahlo. La medida, dijo, obedece al Plan para el Bienestar y el Empleo ante la emergencia sanitaria por COVID-19. Los nombres de los otros fideicomisos que desaparecerán, son: Fideicomiso para apoyar la construcción del centro nacional de las artes (FICENART); Fideicomiso para la conservación de la casa del risco y pinacoteca Isidro Fabela; Fideicomiso irrevocable de administración «Museo Regional de Guadalupe», Zacatecas; Fideicomiso privado irrevocable de administración de «Santo Domingo de Guzmán», Chiapas; y Fideicomiso para el fomento y la conservación del patrimonio cultural antropológico, arqueológico e histórico de México.
Ante la exigencia de artistas y creadores que pedían información sobre la posible extinción del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA), Frausto Guerrero explicó que dicho fondo, así como el Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad (Foprocine) y el Antiguo Colegio de San Ildefonso seguirán en funcionamiento.
Otros de los fideicomisos que se mantendrán por no aplicar a los criterios del Decreto Presidencial, son: Fideicomiso para la Cineteca Nacional (FICINE), Fondo de inversión y estímulos al cine, FIDECINE, Fideicomiso para los trabajadores por prima de antigüedad de Educal, Fideicomiso del Museo de Arte Popular Mexicano y el Fondo nacional para el fomento de las artesanías (Fonart).
¿Cómo afecta a la cultura colimense esta medida?
En mi opinión personal por mi experiencia y según conversaciones con amigos, colegas y funcionarios de cultura, en nada. Lo que realmente afecta la administración y la imagen de la cultura local es la distancia, el silencio y opacidad con que se manejan recursos y programas. El pasmo y la oscuridad en que se convirtió el tema de ediciones de libros, la investigación, la falta de capacidad para allegarse de recursos, la falta de acercamiento a programas específicos para mujeres en el arte y la cultura, la nula convivencia y comunicación entre la comunidad artística y autoridades culturales. En fin el lado más tétrico de ese ogro filantrópico que devora a quienes noblemente siguen creando.