Seguro Popular desvió 9 mil millones de pesos en una década tan sólo en 8 estados
En su artículo de opinión, el periodista Ricardo Raphael rescata la información que se dio a conocer por el diario Reforma hace dos años, en el que Gabriel O´Shea, último titular del Seguro Popular durante el mandato de Enrique Peña Nieto, advirtió sobre fallas graves en el programa, lo que permitió «desvíos y un uso deshonesto de los recursos públicos».
De acuerdo a esa información hecha pública en septiembre de 2017 por el ex funcionario, «durante la década previa se habrían extraviado casi 9 mil millones de pesos, patrimonio del Seguro Popular, solo en los estados de México, Guerrero, Michoacán, Morelos, Nayarit, Sonora, Veracruz y Tabasco», mencionó Ricardo Raphael en su artículo del 13 de enero en El Universal.
Así también, el articulista señala que en la actualidad, personajes como Salvador Chertorivski y Julio Frenk, titulares de la Secretaría de Salud durante los sexenios de Calderón y Peña Nieto respectivamente, publicaron un artículo sensacionalista titulado «Insabi: incertidumbre que mata», en el que sugieren mantener las reglas de operación del Seguro Popular, definir calendario de transición y asignar recursos adicionales entre otras cosas.
Pero lo intrigante, de acuerdo a Ricardo Raphael, es que «estos mismos ex secretarios hagan como si la transformación del Seguro Popular no hubiera estado precedida por una tonelada de datos que diagnosticaron sin misericordia la catástrofe».
A su vez, menciona los ejemplos del Estado de México bajo la administración del gobernador priista Eruviel Ávila, periodo en el que desaparecieron 800 millones de este programa de salud. Así también, el caso de Veracruz, gobernado entonces por Javier Duarte, adminitración que estuvo en el ojo del huracán por escándalos de corrupción relacionada con medicamentos para atender niñas y niños con cáncer.
Además, Ricardo Raphael recuerda los informes de la Auditoría Superior de la Federación en donde queda en evidencia el fracaso del Seguro Popular, como consecuencia de un «sistema de seguridad mal diseñado, sin controles financieros ni de calidad, sobre los servicios que prestaba y tan propenso para la corrupción».
En su artículo se menciona también un documento de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publicado en 2016, en el que se advierten ambigüedades del Seguro Popular: «Sin una reforma de largo alcance, México corre el riesgo de mantener un sistema de salud fragmentado (y) con inquietudes arcadas en el acceso a la calidad» (Estudios de la OCDE sobre los Sistemas de Salud: México). En este informe se explica con argumentos asépticos pero contundentes, el fracaso del Seguro Popular y la necesidad de dar paso a otro modelo, como el propuesto por el presidente, el INSABI.
Finalmente, Ricardo Raphael hace el cuestionamiento del por qué, con la publicación de ese documento de la OCDE, no hubo reacciones de funcionarios y analistas como ahora los hay en esta nueva etapadel sistema de salud mexicano donde se promueve una transformación y la desaparición del corrupto Seguro Popular.