Reformar al Poder Judicial
Por: Vladimir Parra
Columna: Estación Esperanza
“Todos tenemos que participar para purificar la vida pública”
-Andrés Manuel López Obrador
Desde ya hace algún tiempo, el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha señalado la necesidad de que se Reforme al Poder Judicial, como respuesta a los graves problemas que padece México en materia de impartición de justicia, pero también por la falta de jueces que defiendan al individuo por sobre el poder de las élites, que mantengan una cercanía con la gente, que conozcan sus necesidades.
Este distanciamiento no sólo se pone de manifiesto en diversas resoluciones, sino que se hace notorio ante la gran lista de privilegios de la que gozan ministros y magistrados: Sueldos cercanos a los $300 mil pesos, aguinaldos de $588 mil pesos, primas vacacionales, días de vacaciones, vehiculos blindados, apoyos económicos para gasolina o peajes, 6 teléfonos celulares para ministros y sus equipos, fondo para comer en restaurantes de lujo por $723,690 pesos al año o un comedor especial en la Suprema Corte; gastos que anualmente superan los $73,700 millones, además de fideicomisos por $20,000 millones de pesos. En un país con tan graves desigualdades como lo es México, estos privilegios resultan indignantes, en especial cuando no existe una respaldo verdadero de la justicia a los ciudadanos, pero sí existen casos de liberaciones como la del Güero Palma, en la cual un juez ordenó a un encargado de un reclusorio en liberarlo en solo 3 horas (acción que fue impedida por la FGR).
Una clara muestra como la SCJN defiende estos privilegios, es cómo invalidó la 1ra fracción de normas que constituían el “Plan B” de la Reforma lectoral impulsada por el Presidente Andrés Manuel, la cual pretendía extinguir el Fideicomiso de pasivo laboral y de Infraestructura Inmobiliaria del Instituto; reducir de 300 consejeros distritales del INE a 260; pero sobre todo, reducir los salarios que superan lo percibido por el mismo Presidente. Además, se planteaba que el pueblo pudiera elegir a sus consejeros y magistrados a través de elección popular y que no lo decidieran los partidos políticos como se hace actualmente, sin embargo las Reformas no prosperaron. Lo que queda claro es que el interés ha sido defender los privilegios del INE que dicho sean de paso, son en esencia, muy parecidos a los que conserva el Poder Judicial.
A raíz de estas intentonas por socavar las decisiones que se toman desde el legislativo y el ejecutivo, el Presidente ha informado que buscará que las y los ministros sean escogidos por voto ciudadano con una propuesta que enviará en septiembre del próximo año. Es así que aún está vigente un Plan C, el cual buscará dos terceras partes necesarias en el legislativo para reformar la constitución.
Urge que en México se reforme al Poder Judicial que durante décadas fue sumiso, abyecto, ultra privilegiado y al servicio de intereses oligárquicos. En ese sentido la participación social es esencial, al igual que seguir haciendo la revolución de las conciencias. La soberanía, la democracia y la justicia son un asunto en el que todas y todos tenemos que participar para purificar la vida pública.