Fascismo: La Derecha Moderna
Por: Vladimir Parra
Columna: Estación Esperanza
“No hay polarización, hay politización”
-Andrés Manuel López Obrador
Vivimos tiempos interesantes de cambio y de transformación, no solo a nivel nacional, sino en el mundo. Esto ha traído cambios, especialmente en la región de Latinoamérica cuyas 5 principales economías son gobernadas por primera vez por la izquierda: Lula en Brasil, Petro en Colombia, Fernández en Argentina, Boric en Chile y Andrés Manuel en México.
Estos cambios brindan una esperanza de cambio verdadero en la región, sin embargo, no se puede negar que ha habido una reacción opuesta derivada de la incertidumbre económica, la guerra, la inflación y el debilitamiento de las perspectivas macro-económicas, es por ello, que en contraste con lo que sucede en América Latina, en Europa han resurgido los Gobiernos de ultraderecha que rechazan la migración, tienen carácter nacionalista, se posicionan en contra del sistema político establecido, del feminismo o de los movimientos LGBT+. Los ejemplos de esta ideología ha resurgido en Europa son variados: Hungría, Suecia, Italia, Francia, entre algunos otros.
Esta contraposición de ideas ha llevado a una polarización a nivel global. En México, hay quienes aseguran que la polarización es a causa de nuestro Presidente, una conclusión que no sólo es errónea, sino que carece de un análisis profundo, pues la polarización surge de un golpismo mediático, judicial e incluso de las condiciones y desigualdades sociales que son consecuencia de Gobiernos neoliberales que por décadas se centraron en el beneficio de las élites y las oligarquías.
Por eso resulta preocupante que este germen ultraderechista y fascistoide, encuentre eco en la oposición, ejemplo claro es la senadora Lilly Tellez, quien ha señalado que forma parte de la derecha moderna: “A nadie debería avergonzarle defender la vida, el esfuerzo individual, la familia, la propiedad privada, el orden y el Estado limitado. A nadie debería de avergonzar defender un modelo de educación libre de adoctrinamiento partidista y de ideologías de género. Debemos defender nuestras razones frente a las ideologías que condenan al deterioro moral, a los que no caben en ciertas identidades”
Lo que Lily Téllez no entiende es que bajo ese discurso, subyace una ideología que conocemos y que se contrapone con nuestro movimiento, pues nosotros he decidido defender las libertades y los derechos humanos inalienables; el derecho a decidir; a garantizar la dignidad y el bienestar colectivo antes que apremiar el egoísmo o la falsa creencia de superioridad de unos por sobre otros; de garantizar la salud y el medio ambiente por sobre el lucro; de entender que la educación siempre fue usada para adoctrinar y que debe manejarse con ética, respeto, amor y fomentando valores.
En estos momentos de definición, no hay espacio para abstencionismos, ceder ante la indiferencia es ceder a la perdida de derechos. Necesitamos seguir el ejemplo de nuestro Presidente de movilizar, politizar y seguir haciendo la revolución de las conciencias, con el fin de garantizar Gobiernos que busquen el bienestar común.