La Expropiación Petrolera

Por Paco Dueñas
Columna: Pensamiento Divergente

Acto por medio del cual se nacionalizó toda la Industria Petrolera de México. (El 18 de Marzo de 1938, se expidió el decreto, siendo Presidente de México el Gral. Lázaro Cárdenas del Río.)

A partir de este decreto se establece el control sobre la producción y comercialización del Petróleo Mexicano por parte del Gobierno de México. Significo la expropiación legal de maquinaria, instalaciones, edificios, refinerías, estaciones de distribución, oleoductos, en general todos los bienes muebles e inmuebles.

Aunque hoy lo vemos como algo significativo y celebramos este hecho, en realidad en su momento fue todo un reto, bastante complejo y difícil, y obviamente los perjudicados no se quedaron quietos ni cruzados de brazos e hicieron todo lo que estaba a su alcance en su momento por impedirlo.

Historia

Desde 1862 se empezaron a otorgar en México concesiones petroleras a particulares. Durante el régimen de Porfirio Díaz, se favoreció las inversiones  de capital extranjero. Esta política extranjerizante aplicada a la explotación de minas y petróleo sería más tarde repudiada por la mayor parte de los líderes de la Revolución Mexicana.

Aunado a esto la Ley Petrolera de 1901 señalaba que podían hacerse exploraciones y explotaciones en terrenos nacionales pagando un 7% de las utilidades obtenidas al gobierno federal y un 3% adicional a los gobiernos de los estados, donde se ubicaban los terrenos.

En 1935 había tantos sindicatos de trabajadores petroleros como empresas, las prestaciones sociales y salarios eran muy diferentes en cada sitio, a pesar de que los obreros realizaban las mismas tareas.

El 15 de Agosto de 1935 los empleados se lograron unificar en el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, para defender sus intereses y demandar iguales y mejores condiciones de empleo, mediante la firma de un nuevo contrato colectivo de trabajo.

Las negociaciones comenzaron a mediados de 1936, las pláticas estuvieron a punto de romperse en Noviembre. Por 1ª. Vez el gobierno intervino para que continuaran las negociaciones. El 25 de Noviembre del mismo año, el Gobierno promulgó la Ley de Expropiación en el Diario Oficial. Esta nueva Ley fijaba hasta un plazo de 10 años para compensar a los propietarios.

El 28 de Mayo de 1937, el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana y todos los trabajadores adscritos se fueron a huelga al no llegar a acuerdos. Debido a los daños que sufría el País por falta de abasto de combustibles, por 2ª. Ocasión intervino el Presidente de la Republica. El 7 de Junio solicito a los dirigentes del sindicato levantar la huelga y sugirió plantear el problema como un asunto de orden económico ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA). Los trabajadores accedieron, la huelga se levantó el 9 de Junio.

En el fallo por la JFCA se consideró que la empresa “El Águila” debería pagar 26 millones de pesos por concepto de salarios y prestaciones sociales adicionales a lo pagado en 1936.

En Diciembre de 1937 las empresas petroleras extranjeras acudieron ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para apelar el fallo y presentar un amparo. Al mismo tiempo retiraron sus fondos de bancos mexicanos.

El 1º de Marzo la SCJN ratifica el laudo  de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje y estableció fecha límite de 7 de marzo para que las compañías petroleras cumplieran la sentencia de pago de salario a los trabajadores

Los empresarios refutaron el dictamen aduciendo no tener capacidad para pagar dicho monto. Por 3ª. Ocasión el Presidente intervino. No pudo concretarse ningún acuerdo. Cárdenas informo al embajador estadounidense que en el futuro el Gobierno mexicano tendría que establecer un control sobre las actividades petroleras, salarios e impuestos serian fijados de acuerdo a un criterio oficial.

Las compañías petroleras se encontraban en abierta rebeldía por no acatar la sentencia. A pesar de la posibilidad que se realizara la expropiación petrolera, los empresarios extranjeros consideraban que México no tenía recursos propios para hacer frente al proceso de producción y comercialización.

El 18 de Marzo a las 10.00 p.m. El Presidente Cárdenas declaro la expropiación, la riqueza petrolera ahora se volvería propiedad de la Nación Mexicana, ideal social de la Revolución Mexicana asentada en el art. 27 de la Constitución.

El Presidente pidió a la nación el respaldo moral y material para poder llevar a cabo el acto de expropiación que podía representar un sacrificio económico para poder saldar el compromiso de indemnización.

El 23 de marzo de 1938, se reunieron más de 100 mil mexicanos y mexicanas de todas las clases sociales en una enorme manifestación de respaldo a la expropiación petrolera. Para muchos este acto significaba un sacudimiento final del imperialismo que por tanto tiempo habían sangrado a México.

Entre el 12 y 13 de abril, el Palacio de Bellas Artes se convirtió en un depósito de donaciones en especie y monetarias de una multitud de personas que aportó al fondo para la indemnización. Por medio de cartas, telegramas y giros monetarios, el pueblo de México se volcó en apoyo y con recursos para el pago. En el Archivo General de la Nación se halla una profusa documentación referida a ese respaldo popular, sostenido durante varios meses.

El Gobierno Británico y de Países Bajos (de donde provenían muchos inversionistas petroleros) se negaron a reconocer la legalidad de la expropiación y a exigir la devolución inmediata de los bienes expropiados o el pago inmediato por concepto de indemnización.

Respecto a E.U.A. el Presidente Franklin D. Roosevelt reconoció el derecho de México a expropiar propiedades petroleras y acepto que el pago de indemnización fuera valorado sobre los bienes mueble e inmuebles sin incluir los mantos petrolíferos del subsuelo. Las compañías petroleras reprocharon que Roosevelt y el Departamento de Estado norteamericano reconocieran el derecho mexicano a la expropiación por causa de utilidad pública.

Compañías como la Estándar Oil de Nueva Jersey y la Royal Dutch Shell iniciaron un boicot vs. México. Intentaron impedir que México adquiriera ciertos productos químicos indispensables para el proceso de refinación, como el tetra etileno de plomo y maquinaria especializada. Plan apoyado por diversas empresas estadounidenses que se negaron a cotizar o vender sus productos.

El Problema del tetra etileno de plomo (cuya producción se consideraba de alta tecnología) se resolvió reformando la gasolina hasta obtener el mismo octanaje. Poco después  estudiantes de Química del Instituto Politécnico Nacional y de la Universidad Autónoma de México  lograron sintetizar el Producto. Muestra una vez más del talento y la capacidad de trabajadores y estudiantes mexicanos actuando en pro y beneficio de México cuando se es necesario.

Poco a poco compañías que vendían refacciones y maquinaria fueron cediendo cuando en México se optó por adquirir productos alemanes, italianos o de otros países europeos.

El Departamento de Estado americano coadyuvo con el boicot de diferentes maneras. Se suspendieron compras de plata a México. Las dependencias gubernamentales americanas prohibieron el uso de combustible mexicano. Se dio preferencia a la importación de petróleo de Venezuela. El impuesto de importación de petróleo mexicano se incrementó de 15 a 50 centavos de dólar. Se presionó a compañías navieras para que no transportaran petróleo mexicano, entre otras muchas acciones.

No obstante todo este panorama, cuando se toman determinaciones y un compromiso real de llevar a cabo una tarea a pesar de todas las dificultades posibles y por haber, siempre alguna puerta se abre, a través del estadounidense William Rhodes Davis y su compañía Davis & Co., México empezó a vender petróleo a Italia y a Alemania antes de estallar la segunda guerra mundial. Después se firmaron pequeños contratos con Brasil, Argentina. Uruguay y Guatemala.

La expropiación petrolera significo uno de los actos más valientes, heroicos, revolucionarios  y de amor a la patria hechos por un Presidente de la República Mexicana, uno más de los logros de un hombre visionario, inteligente y sensible por el pueblo de México como lo fue el Gral. Lázaro Cárdenas, 17 compañías extranjeras  tenían el control de esta industria.

En 2022, México obtuvo ganancias por $23,048 millones de pesos. La producción de petróleo ascendió a un promedio de 1 millón 785 mil barriles diarios.  Nuestro presidente actual Andrés Manuel López Obrador también ha hecho acciones significativas y muy valiosas para incrementar la producción (Compra de la Refinería Deer Park en Houston, Texas en E.U.A. y construcción de la refinería Olmeca antes Dos bocas en el estado de Tabasco, México) y seguir teniendo la soberanía total de este importante recurso energético y fuente de ingresos para México.

 México y el pueblo ya merecíamos y necesitábamos urgentemente tener otro presidente de la talla de Cárdenas del Rio, como lo es López Obrador.

Este 18 de Marzo, en el zócalo de la capital y el país entero se conmemoró el ¡85 Aniversario de la Expropiación Petrolera!. Se estima que al menos 500 mil personas acudieron al evento tanto de la capital como de diferentes estados de la República Mexicana. En su discurso AMLO reconoció públicamente al Presidente Cárdenas como un mandatario que profesaba un sincero y profundo amor al pueblo. Y dirigiéndose a los jóvenes interesados en la política, preponderó que la base, y algo esencial de todo aspirante a político debe ser el cariño y amor al pueblo., a quien sirve. Al final del discurso se cantó el Himno Nacional. Cantarlo en dicho evento, por lo que se conmemoraba y en el zócalo de la capital junto al Presidente y en compañía de miles de compatriotas me erizo la piel y los sentimientos de orgullo y amor a México afloraron a punto de lágrima.

Pemex contribuyó con un 16% del Gasto Publico en México en el año 2022.

¡Que Viva Lázaro Cárdenas!, ¡Que Viva López Obrador!, ¡Que Viva PEMEX!, ¡Que Viva México!…

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