Por siempre feminista
Por Marisa Mesina.
El feminismo es un conjunto de teorías que buscan explicar la realidad que viven hombres y mujeres en determinados contextos históricos sociales y culturales. Estas explicaciones buscan entender las formas en como nos relacionamos hombres y mujeres, asi como también, busca explicar las formas en como se expresan los sexos, dentro de un abanico de posibilidades de género.
El feminismo también es movimiento y permite que, con la agrupación de las mujeres, se peleen todas las batallas relacionadas con nuestros derechos como humanas. Simone de Beauvoir dice que “el feminismo es donde se vive individualmente y se lucha colectivamente”. En la individualidad te cultivas, estableces relaciones cotidianas con las demás personas humanas y aprendes. En la lucha colectiva, conquistas tus derechos, eres sorora y también aprendes.
Combinar el feminismo teórico y el feminismo activista puede permitir analizar las causas que provocan las desigualdades que vivimos las mujeres y hacer un movimiento más eficaz.
Las luchas de las mujeres han cambiado en el transcurso del tiempo, pero en general, tienen como línea conductora la lucha por conquistar el espacio público. Derecho al voto, a trabajar, a ir a la escuela son todas expresiones relacionadas con esa búsqueda de reconocimiento y sobre todo, de autonomía, de libertad y de poder sobre nuestras propias voluntades y nuestros propios cuerpos, derechos que se nos han negado solo por ser mujeres.
Comprender el patriarcado, como categoría que engloba los machismos y las violencias que cohabitan, permite conocer los esquemas de dominación que subordinan a todo lo femenino. El patriarcado señala y domina todo lo que tiene que ver con las mujeres o que parecen ser asuntos de mujeres. El patriarcado clasifica las cosas y las acciones de las personas y si tienen algo que ver con las mujeres, ejerce poder y violencia sobre las cosas y las personas que las usan.
La violencia surge, entonces, porque hay una dicotomía hombre-mujer, que implica un poder que se ejerce de lo masculino hacia o femenino, basada en creencias sociales y culturales que dicen que así debe ser. La violencia es la expresión del patriarcado y surge cuando lo femenino no se somete, no obedece, no actúa como al patriarcado le conviene.
El patriarcado ha generado muchas formas de perpetrarse que están vigentes en nuestras sociedades y transverzalizan todo lo que hacemos en la vida cotidiana. Desde instituciones, como la familia y la iglesia hasta leyes, reglamentos, decretos.
El patriarcado nos da formas de organización y formas de relacionarnos con las organizaciones y nos dicta las jerarquías desde hace mucho tiempo, aunque prevalecen hasta nuestros días.
Aunque decir patriarcado es muy abstracto. Para entenderlo, hay que dar ejemplos.
El patriarcado está tan adentro de nuestras formas de hacer y pensar, que todavía hay muchas personas que en lugar de cuestionar a los empleadores que mal pagan y tienen sumidos en la pobreza a los trabajadores, se organizan para llevar caridad a las barricas de jornaleros distribuídos en muchos rincones de nuestra Colima.
Hay personas que discuten acaloradamente si deben o no las mujeres trans ser parte de los concursos de belleza femeninos, en lugar de moverse para evitar que estos concursos sigan reproduciéndose, cosificando a las mujeres o a todo lo que sea femenino.
Todavía hay quienes defienden los juegos de competencia, en lugar de proponer el juego como una forma de convivencia pacífica.
El feminismo si lo cuestiona, por eso las feministas somos molestas. Una vez que te pones las gafas violetas ya no hay marcha atrás. Serás por siempre feminista