Día internacional del periodista, ¿Se sufre como un perro, pero no hay mejor oficio?
Este 8 de septiembre se conmemora una vez más, el Día Internacional del Periodista, oficio que hacia el exterior suele ser romantizado, despreciado, admirado…
García Márquez decía que aunque se sufre como perro, no hay mejor oficio. Javier Darío Resretrepo advertía que “Quien aspire a ser periodista, lo mismo que quien aspira a ser soldado o bombero, debe saber que el riesgo es un factor que estará presente en su ejercicio profesional”.
La escritora Elena Poniatowska, a pesar de consumarse en el mundo de la literatura, ha dicho que dado que su carrera en las letras, la inició desde el periodismo, considera que será periodista hasta que muera,
Y así hay una lista de perspectivas y realidades compartidas por periodistas y periodistas que además son literatos.
Pero…¿es el periodismo el mejor oficio? Se han cuestionado, ¿cómo es ser periodista en Colima? ¿En México?
Hace ya unos ocho años que me he desempeñado en el campo laboral del periodismo colimense y con sus altas y bajas sí considero que es el mejor oficio.
Considero que la transversalidad que te da el ahondar en los muchos y diversos temas, la perspectiva, la perspicacia, la incredulidad que viene con el olfato periodístico y la labor de seguirlo, te dan una visión de las cosas muy particular, te llevan a situaciones, personas y momentos que no hubieran tropezado contigo de otra manera.
Así como los libros y la literatura te muestran mundos nuevos, el periodismo abre ventanas hacia realidades insospechadas, hacia acontecimientos que son más de lo que se ve, hacia cotidianidades que necesitan ser vistas, leídas, escuchadas.
El periodismo (el bueno) es también, arma de las causas justas, de las revoluciones y las rebeliones con causa.
Sin embargo, al menos en México, la precarización de los sueldos, la falta de prestaciones y la inestabilidad laboral, han sido agentes que se han encargado de mermar la calidad del oficio y digo oficio porque aunque hay que cursar una carrera, para aprenderlo de verdad, es necesario “talachearle”
En Colima la situación no es mejor, los bajos sueldos sin prestaciones y el mercado laboral casi nulo, han propiciado que los periodistas deban tener dos o tres trabajos para subsistir, se han propiciado también que para vida de tener un sueldo digno, estos hagan tratos con actores políticos u organizaciones del tipo, lo cual, mengua totalmente la objetividad del trabajo y muchas veces la calidad.
A esto hay que agregarle la inseguridad y desprotección en la que muchas y muchos periodistas mexicanos se encuentran al tocar temas delicados, que al ser del interés de ricos y poderosos, implican arriesgar su integridad física y sus vidas.
Basta con abordar a cualquier periodista sobre estas situaciones para comprobarlas, pero no nos quedemos en eso, luego de esta breve introducción a la vida del periodismo en nuestro país, en la próxima entrega de esta columna, les compartiré una radiografía de la misma con datos e información oficial de distintas organizaciones civiles que han documentado, mucho mejor que yo, esta realidad.