Revalorización del Estado en el tema del Agua

Por Santiago Chipres
Columna: Pensamiento Andante

Estamos compuestos de 70% agua, es parte de nuestra esencia.

Es paradójico que un recurso tan vital se haya convertido en una mercancía, incluso a llegar al concepto más avanzado del capitalismo en nuestros días; la especulación.

La intentona de que el agua se cotice en la bolsa es un reflejo del apoderamiento de lo económico sobre los derechos humanos. La idea dogmática e incluso patológica del neoliberalismo de que lo público no sirve, ha sido el pretexto para irle arrebatando a los más desposeídos hasta el agua.

A través de la modificación del marco legal, los gobiernos neoliberales han facilitado el saqueo de los recursos naturales principalmente de países subdesarrollados en donde la corrupción es una recurrente dentro de sus gobiernos, el caso de México durante 1983 al 2018, en donde se concesionó el 54% del territorio nacional a empresas cuya actividad representa un gran consumo de agua, principalmente del giro de la minería, refresqueras y cerveceras. El caso en Nuevo León es un ejemplo de como se priorizo el interés económico por encima del pueblo.

Una región tan prospera en términos económicos y de crecimiento como Monterrey se vio con algo tan básico y esencial, nos lleva a una pregunta clave, ¿Cuánto tiempo resistirá este sistema económico dentro de un mundo con recursos finitos?, El equilibrio entre el crecimiento y desarrollo debe estar en garantizar los derechos más básicos a la sociedad.

La respuesta de un gobierno con visión humanista como el de nuestro presidente Andrés López Obrador se h vuelto ejemplo mundial de como recuperar la soberanía sobre los recursos hídricos.

 El pasado 14 de agosto en Nuevo León, nuestro presidente firmó un compromiso para garantizar el abasto de agua durante 10 años, así como afirmar que no se entregarían más concesiones de agua para particulares, asegurando que la prioridad es el consumo doméstico.

Ante estas situaciones tan críticas como la escasez de agua, y ante un capitalismo cada vez más voraz, se debe volver al tema de debate la revalorización del Estado, que frente a estas situaciones es el único que puede dar soluciones.