El Gobierno de la Esperanza
Por Oscar Fuentes
Columna: Sin Tapujos
El gobierno indolente que concluyó este pasado 31 de octubre será recordado como el peor y el más corrupto en la historia de Colima. Y no se trata de una cuestión ideológica, sino de juicio práctico. Ignacio Peralta falló como economista y en sanar las finanzas públicas. Falló en la percepción de inseguridad y en reducir el índice delictivo. Su partido falló en mejorar la calidad de vida; fallaron también porque saquearon a Colima y la despojaron de su riqueza durante casi un siglo, fallaron por corruptos y por carecer de amor a su patria. Ahora, después de exactamente 92 años, nuestra entidad tiene esperanza.
El nuevo Gobierno que encabeza Indira Vizcaíno, tiene tres grandes tareas por atender: la inseguridad, el combate a la corrupción; y la reactivación económica. Estos tres componentes constituyen los aspectos más complejos y primordiales que la nueva administración morenista tiene que atender. Así como sucedió con AMLO en 2018, sucede ahora con el gobierno de Vizcaíno Silva, en el sentido de que existe una gran expectativa por el primer gobierno de izquierda en la historia de Colima. La población exige que se restaure la seguridad que antes caracterizaba a nuestro estado, que se atienda a las y los más vulnerables, que haya justicia.
Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública en septiembre de este año, Colima se posicionó en primer lugar a nivel nacional, con el índice más alto de incidencia delictiva por cada 100 mil habitantes, aportando 328.9 incidentes; muy por encima del promedio nacional de 132.3. El incremento representa un 27% en el mismo rubro de agosto a septiembre de 2021. Colima se ubicó en el tercer lugar con más homicidios dolosos en el país, con 5.3 por cada 100 mil habitantes, por encima del promedio nacional que se ubica en 2.
Desde hace tres años que comenzó el actual gobierno federal, el gobernador no acudió a las mesas de seguridad del Gobierno de México. Esto, junto con los escándalos de corrupción, el caso de su exsecretario de turismo y la inseguridad colocó a Colima posición número 32 en el ranking de desempeño de Gobernadoras y Gobernadores hecha por C&E Research (octubre, 2021). La Gobernadora, desde el primer día de su mandato ha respondido a las exigencias de la población colimense en el tema de la inseguridad, trabajando en coordinación con el Gobierno de México.
El fracaso del PRI no solo fue en área de la seguridad pública. La corrupción también contribuyó a su derrota. ¨Nacho Peralta se encuentra en el cuarto lugar de los 15 gobernadores salientes, con la mayor cantidad de observaciones por parte de la Auditoría Superior de la Federación, por un monto de 5 mil millones de pesos… ha trascendido que la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP tiene detectadas diversas transferencias relevantes entre los familiares cercanos del gobernador, así como de varios prestanombres…¨. Ahora que la corrupción está siendo combatida como jamás en la historia, ser un gobernante corrupto sale muy caro. Existen demandas por parte de proveedores, del Sindicato, observaciones por parte de la ASF contra Peralta Sánchez, y otros procesos en puerta para el ahora exgobernador, por uso opaco y deshonesto de los recursos públicos. “Ni perdón ni olvido” ha dicho la Gobernadora.
La reactivación económica es una prioridad para este gobierno que comienza, para enfrentar las consecuencias de la declaratoria equívoca de Estado de Emergencia al inicio de la pandemia en 2020 de Nacho Peralta, aunado al gasto excesivo en obras públicas, que enriqueció a la clase política dañando gravemente las cuentas públicas. Para muestra, un botón: el edificio C5. Se dijo que costaría $238.5 millones de pesos; sin embargo, nos terminó costado $1 mil 241 mdp, dejando una grave crisis financiera al estado y una deuda que asciende a más de $11 mil millones de pesos; por lo que cada persona que habite en nuestro estado está endeudada con $15 mil pesos.
En suma, el escenario para la nueva Gobernadora no será fácil. Se tendrán que aplicar políticas de austeridad con disciplina, privilegiando en todo momento, el combate a la corrupción, que permita destinar más recursos públicos al impulso de la economía local y llevar a cabo acciones que combatan desde la raíz, los graves problemas de inseguridad que atraviesa nuestro estado. Hoy se respira esperanza en Colima. El nuevo gobierno morenista tiene la gran tarea de dar resultados que la población pueda ver, sentir, y experimentar. No hay oportunidad para fallar ni simular. Bien lo dijo nuestra Gobernadora ¨a las y los colimenses, no les importa que tan chueco o hundido, saqueado dejaron el gobierno.
Las y los ciudadanos esperan experimentar pronto en su realidad, en su entorno, que las cosas pueden ser distintas. Que podamos tener una mejor calidad de vida ¨. Los objetivos son claros y estarán acompañados los esfuerzos, de hombres y mujeres capaces; estoy seguro de que a diferencia de otros sexenios en distintas coyunturas políticas, ahora si, se vienen nuevos y mejores tiempos para nuestra Colima.