Riult Rivera contra la salud y economía de las mujeres
Por Marisa Mesina
Las toallas femeninas, artículo exclusivo para las mujeres, las cuales tenemos que comprar cada mes durante toda nuestra vida reproductiva, cuestan entre 30 y 80 pesos por paquete, dependiendo la marca y el modelo.
El gasto en este artículo de higiene personal, junto con las pastillas para los cólicos menstruales obliga a cada mujer a una erogación de 36 mil pesos durante su vida reproductiva. Si en una familia mexicana hay en promedio dos mujeres por familia, el gasto se multiplica.
Ese dinero que las mujeres nos tenemos que gastar en estos artículos no son poca cosa. Si no tuviéramos que comprar estos artículos, podríamos poner un negocio, pagar la escuela, pagar reparaciones en casa o simplemente, podría servirnos para pagar unas vacaciones a cualquier destino nacional.
Por eso es muy importante el quitar los impuestos a estos artículos y revisar los precios de los productos de higiene personal que se venden con etiqueta para las mujeres, ya que por el simple hecho de ser destinados a nosotras, tenemos que pagar un sobre precio que NO tienen los productos que para la misma finalidad fueron creados para los hombres. A este sobre precio se le ha denominado impuesto rosa o pink tax.
Algunos países, como Argentina o Estados Unidos han logrado quitar el impuesto a las toallas femeninas. En México, el avance va, pero es lento. Los diputados y diputadas federales de los partidos como MC, PRD, PAN y PRI votaron en contra de esta iniciativa que busca apoyar la situación económica de las mujeres más pobres. Entre ellos, el colimense Riult Rivera, lo que habla de la poca sensibilidad de estos legisladores en asuntos de mujeres. Pensar que esto afecta económicamente la situación de las mujeres es real.
De acuerdo a la Secretaria de Hacienda, en México, las mujeres ganamos 33% menos salario que los hombres. Esta situación se presenta en 31 de las 32 entidades federativas, siendo Veracruz el único estado donde las mujeres ganan más que los hombres.Colima es uno de los 25 estados donde las mujeres ganan menos que el promedio nacional.
Aunado a esto, en el año de la pandemia, las labores de cuidado aumentaron para las mujeres un 12% y pasó de 19 horas a 25 en 2020. Es decir, las mujeres tenemos menos tiempo para labores productivas que nos generen salario por estar al cuidado de los otros.
Esta brecha salarial y las condiciones de opresión que las mujeres vivimos en nuestra vida cotidiana son tareas pendientes que hay que revisar. Las políticas públicas que buscan mejorar las condiciones de vida de las mujeres son una prioridad en nuestros gobiernos, a fin de reducir y sobre todo, sacar de la línea de pobreza a millones de mujeres en el país.
Legislar para quitar el impuesto a las toallas femeninas es legislar a favor de políticas de equidad que reduzcan la desigualdad entre hombres y mujeres. Legisladores, no se equivoquen. Las mujeres votamos por un cambio. Necesitamos gobiernos sensibles a nuestras necesidades y nuestras demandas. Estamos al pendiente de como legislan y queremos que nos respondan con acciones.
El voto de las mujeres es un voto razonado. No lo desperdicien.