La reforma de AMLO en materia de energía, más bienestar para el pueblo

Por Vladimir Parra
Columna: Estación Esperanza

“Es América Latina, región de las venas abiertas. Desde el descubrimiento hasta nuestros días, todo se ha trasmutado siempre en capital europeo o, más tarde, norteamericano, y como tal se ha acumulado y se acumula en los lejanos centros de poder”. Eduardo Galeano, Las venas abiertas de América Latina

Nuevamente, la derecha del país pone el grito en el cielo con una propuesta de reforma hecha por el presidente López Obrador, la cual busca recuperar la soberanía energética y lo más importante, generar más bienestar para la gente, sin anteponer los intereses de las grandes empresas, cosa a la que estaban acostumbrados los del viejo régimen de corrupción.

Pero, ¿por qué les molesta la propuesta de reforma energética que plantea nuestro presidente? En primer lugar, porque dicha iniciativa les quita jugosos negocios que hacían grandes empresas y algunos políticos neoliberales al amparo del poder público.

El ponerles un alto a los personajes más siniestros del viejo régimen y no permitirles seguir entregando nuestros recursos a las empresas extranjeras a cambio de sobornos, ese es el principal motivo de su enojo.

¿Quién en su sano juicio estaría en contra de esta reforma, si cada planteamiento es para mejorar las condiciones energéticas del país? Es hasta ilógico que alguien se oponga a tales beneficios para el pueblo. Por eso bien dice AMLO: “cuando no suena lógico, suena metálico”.

¿De qué va la iniciativa de reforma energética?

En su desesperación, la derecha trata de desvirtuar la iniciativa de reforma, utilizando lo que mejor sabe hacer: Mentir. Están llegando al extremo de decir que quienes tienen paneles solares ya sea en su casa o negocio, les serán quitados por el gobierno. Nada más falso que eso.

Trataré de enunciar aquí algunos beneficios que traería consigo la aprobación de esta reforma, que en principio y una de las demandas más sentidas del pueblo es que se garantice precios justos de energía eléctrica para todas y todos los mexicanos.

Otro de los puntos destacables es que la reforma también convertiría a la Comisión Federal de Electricidad en un organismo prioritario del Estado, responsable de preservar la seguridad y autosuficiencia energética, al otorgarle el 54% de la generación de energía, dejando al sector privado el 46%.

Muchos de los desfalcos que se hicieron en los gobiernos neoliberales abusando de la CFE, era que utilizaban empresas para llevar a cabo servicios como la conducción, transformación, distribución y abastecimiento de energía eléctrica. Ahora, con la reforma, todas estas actividades serían una facultad exclusiva del Estado.

Es decir, la Ley establecería que el servicio público de abastecimiento de energía eléctrica será prestado exclusivamente por la CFE, y, además, contrariamente a lo que está diciendo la oposición moralmente derrotada, las empresas privadas no se quedarían fuera y tendrían oportunidad de participar en estos servicios, siempre y cuando su operación cumpla con todas las reglamentaciones.

Una carga bastante pesada eran 2 comisiones que permitían actos de corrupción: la Comisión Nacional de Hidrocarburos y la Comisión Reguladora de Energía, organismos creados para acotar a la CFE y favorecer a privados. Con la reforma, estos 2 entes desaparecerían, fortaleciendo a la paraestatal.

Cerrando con broche de oro, el presidente tuvo la grandeza de estipular en su propuesta de reforma la nacionalización del litio, mineral que en un futuro tendrá una enorme importancia y que solamente será explotado por la nación y en ningún caso por una empresa privada, por lo que no se otorgaría concesión alguna para su explotación

¿Por qué los Corruptos y Conservadores se oponen a la reforma energética de AMLO? Porque se le pone fin a viejas prácticas de corrupción con las cuales se generaban enormes ganancias ilegales para unos cuántos políticos y empresarios, sin que importara el futuro de las y los mexicanos.

La Reforma Energética de nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador es un golpe certero en contra de la corrupción y del régimen de privilegios para los poderosos, buscando construir un país más justo para todas y todos.