¿Cuáles son las agendas ambientales en las elecciones recientes?
14 de junio de 2021
Por Ana Luz Quintanilla Montoya*
«No recemos para estar a salvo de los peligros, sino para enfrentarlos con valor». (Rabindranath Tagore)
Finalmente terminaron las campañas y las elecciones. Para muchos han sido satisfactorias, para otros tantos, no lo son. Sin embargo, la gran «perdedora» ha sido la naturaleza. Pocas o nulas propuestas reales y significativas, se han dado por los y las candidatas a nivel nacional, para poder restaurar los daños que se hemos causado, mitigarlos y para crear estrategias de conservación.
En todas las agendas propuestas se mencionan los aspectos de economía –enfatizados a la producción—, el desarrollo social y la calidad de vida, pero los candidatos no se han percatado que para que esas metas se cumplan, requieren de ecosistemas sanos.
El recurso hídrico es el más importante para la vida y es justamente el que en mayor riesgo se encuentra. México tiene un alto nivel de estrés hídrico. En este rubro, es el número 2 de América latina y el 24 del mundo, de acuerdo a un informe hecho por el World Resources Institute (WRI). En México existen ya 15 entidades con posibilidades de quedarse sin agua, principalmente en el centro y norte del territorio nacional.
Los estados con alto estrés hídrico son Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Chihuahua, Zacatecas, San Luis Potosí, Jalisco, Colima, Nuevo León, Ciudad de México, Estado de México, Morelos, Puebla y Guerrero.
La problemática es compleja, ya que la agricultura utiliza en promedio un 72% del recurso, se ha concesionado casi la mitad del territorio a la minería y existe un promedio nacional de alrededor de 50% de fugas en el sistema de distribución. Hace más de cuatro décadas que se ha abandonado el el sistema hídrico y la magnitud del problema crece día con día; es un problema no solmanete de cantidad, sino de calidad del agua también.
De acuerdo a Fernando González Villarreal, coordinador técnico de la Red del Agua UNAM, una de las principales razones por las que el agua se está terminando es la demanda excesiva; durante el siglo pasado aumentó más de siete veces; esto quiere decir que a medida que crece la población, crecen las actividades económicas, principalmente en el trinomio energía-agua-producciónde alimentos.
Además de la demanda, existe toda una problemática asociada con la alteración en las cuencas hidrológicas debido a la actividad humana (sobre explotación, la deforestación desmedida (el cambio de uso de suelo), la pérdida de ecosistemas, la urbanización y planificación de las grandes ciudades, y otras operaciones que cambian el régimen hidrológico.
Lo anterior produce no solamente que exista estrés hídrico, sino que exista también un alto riesgo climático en las ciudades debido a la deforestación en las zonas altas de bosques y selvas, erosión de suelos, creación de islas de calor urbanas, pérdida de áreas verdes urbanas y un ejemplo de ello, muy comun, son las indundaciones.
Nuestros gobernantes mantienen un discurso permanente, aduciendo que el Cambio Climático Global es el causante de todo lo que está sucediendo; basado en un paradigma naturalista que supone que la naturaleza es la culpable de lo que sucede, sin embargo, existen los estudios científicos suficientes, para probar que los culpables somos los seres humanos, con base en las decisiones que se han tomado desde los sistemas de decisión política, principalmente a partir de la Revolución Industrial.
Es lamentable que, aún estando inmersos en una pandemia, que es resultado de los impactos que hemos causado los seres humanos a la naturaleza, no exista un claro compromiso en confrontar los grandes retos que, como especie, tendríamos que estar asumiendo.
La problemática es enorme, sin precedentes. Es el reto más grande que tenemos que confrontar en este siglo en términos de no extinguirnos como especie, aún cuando un 65% de la biodiversidad se ha extinguido ya en los últimos 40 años. Es ahora cuando los ciudadanos debemos exigir a los candidatos electos, que, de manera URGENTE, se elaboren agendas ambientales en las que el recurso hídrico, encabece las mismas.
*Profesora e Investigadora de la Universidad de Colima
analuzqm@gmail.com