Día de las maestras y los maestros
UNA REFLEXIÓN NECESARIA
Por Armando Aguilera
Maestro, dónde está el monumento
que pueblo y gobierno en tu honor ha levantado.
Si fueras coronel y trajeras tu fusil colgado al hombreo…te pondrían
cien medallas por cada ser humano asesinado… ( El Mártir del Desierto, Fragmento)
El magisterio es un gremio importante no sólo por la trascendencia de su tarea que forma y mejora el tejido social, también el impacto en lo político, su control ha generado pugnas a lo largo de la historia de la educación pública en nuestro país, ya que detrás de cada docente hay alumnos, familias, comunidades que representan un potencial político enmarcado en el liderazgo de esta figura histórica en México.
La pugna por este control ha pagado altos costos, la represión de los grupos de poder sindical, asociados a los grupos de poder político, a costado la vida a cientos de maestras y maestros que hicieron uso del derecho a disentir y sembraron las bases de un movimiento insurgente que se enfrentó a las políticas de los grupos de poder regionales y nacionales, nombre como Lucio Cabañas Barrientos , Genaro Vázquez Rojas, Misael Núñez Acosta, Pedro Flores y muchos otros, que fueron asesinados por la intolerancia y el terrorismo de un Estado que no permitía la crítica ni permitía la insurgencia en las filas magisteriales.
Este estilo de hacer política y para garantizar el control del gremio magisterial, tocó fondo en el periodo neoliberal, donde magisterio fue víctima de una reforma laboral disfrazada de reforma educativa, que trastocó los derechos elementales de los docentes de nuestro país y levantó una ola de protestas y rechazo, a las forma en el que el Estado Mexicano ejercía todo el poder contra el magisterio, bajo la escusa de controlar el ingreso y la permanencia de los docentes en las plazas, utilizando la fuerza de los medios de comunicación criminalizó la profesión y confrontó a los padres de familia con los docentes, esta política tuvo su máxima expresión en el asesinato y desaparición forzada de jóvenes estudiantes de le Escuela Normal Rural Ayotzinapa Gro. que sigue siendo una deuda histórica con el gremio y las familias de los jóvenes desaparecidos.
Es de reconocer que una de las primeras acciones del actual gobierno fue corregir las aristas mas afiladas de al Reforma educativa de Peña Nieto, sin embargo los interlocutores d no han tenido la sensibilidad para comprender la magnitud de la problemática magisterial, que tras décadas de abandono y represión reclaman solución a las demandas básicas de seguridad y certidumbre laboral, que los lideres oficiales negociaron con el estado a cambio de posiciones política y puestos públicos.
En este complejo escenario de la pandemia por el Covid 19, las maestras y maestros de Colima ha demostrado su vocación humanista y su responsabilidad profesional, al responder desde su trinchera ( su casa y su computadora) al reto que implicó la educación a distancia, no sólo utilizando sus recursos personales, sino en muchos casos arriesgando su salud para hacer llegar cuadernillos a a sus alumnos que no tenían recursos para costear el costo del internet y la telefonía o la computadora necesarios en esta modalidad de aprendizaje, y que pedagógicamente se organizaron en grupos virtuales para compartir técnicas y recursos para hacer frente a un reto que desde mi punto de vista asumieron y han resuelto de manera muy aceptable.
Vaya un reconociendo a esta labor en este su día social, por su entrega, profesionalismo y convicción, ser un gremio que conoce la realidad de las familias y comunidades y por tanto se convierte en una figura importante en el imaginario social del pueblo de México, que merece mejores condiciones laborales y certidumbre en el ejercicio de su tarea, de educar a los niñas, niñas y jóvenes de México.
Un abrazo fraterno Colegas.