Los falsos activistas, agentes de la mafia del poder colimense

Editorial

Es una gran verdad que el priismo colimense se va hundiendo conforme pasa el tiempo, aquí en Colima y en todo el país. Por ello, las mafias locales sostenidas por este partido, al ver sus privilegios afectados y al saberse perdedores en la próxima contienda electoral, cambian sus estrategias para seguir siendo un obstáculo del cambio y tratan de mantener las mismas condiciones que les han permitido amasar grandes fortunas de dinero o construir un poder político a través del tráfico de influencias y de la corrupción.

Como ya no tienen respaldo en las instituciones federales, y con el PRI y el PAN expulsados de la presidencia de la república, las mafias locales buscan desesperadamente diversas estrategias para frenar la ola del cambio que se mantiene y sigue creciendo.

Es por ello que ahora, explotan una manera que les había funcionado con Antorcha Campesina por ejemplo, enarbolando personajes desde abajo, con características creadas que dan la apariencia de apoyar a las clases populares, con un discurso anti gobierno que de inmediato hace clic en el sentimiento colectivo popular golpeado por años de una injusticia que esas mismas mafias propiciaron en más de 80 años de priismo, en el caso de Colima.

Así pues, ahora vimos un proceso interesante con el crecimiento en poco tiempo (meses) en redes sociales de 3 personajes presentados como “héroes del pueblo”, que gritan, se manifiestan, encaran (a través de las redes sociales y en algunas manifestaciones públicas), ganando una popularidad al manejar un hilo discursivo en el que supuestamente desenmascaran a políticos y revelan actos de corrupción. Todo sería perfecto, salvo que en todos los casos que utilizan como banderas de lucha, en todos sin excepción, utilizan la mentira, la calumnia y la violencia. Engañan para golpear casi exclusivamente a los enemigos de la mafia del poder.

Su actuar responde perfectamente a las características utilizadas durante mucho tiempo por gobiernos de derecha, incluso por el fascismo, optando por poner al pueblo en contra del pueblo y en contra de quienes llegan a representar sus mayores aspiraciones de justicia.

Esos 3 personajes, Esteban Meneses, Agutín Díaz Torrejón y Luis Tadeo, son un claro ejemplo de un intento de desestabilización y contención al cambio que la sociedad de Colima ha esperado durante años y que ahora, que está a punto de cumplirse, encuentra frenos a través de esta estrategia que busca enfrentar al mismo pueblo en contra de quienes representan las mayores posibilidades para destruir al priato en el estado. La estrategia de la mafia del poder es efectiva, perversamente efectiva.

Así, a través de las redes sociales, utilizando publicaciones disfrazadas de noticias, o programas transmitidos en vivo en donde hablan de muchos temas sin ninguna prueba mas que supuestas anécdotas en donde curiosamente, sólo ellos han sido testigos, acusan, calumnian, implican y relacionan directamente a muchos actores políticos con supuestos fraudes, actos de corrupción, casos de represión, etc. con un lenguaje que el común de la gente comprende y con el que se identifica, sumándole su anti ética para utilizar el morbo hasta las últimas consecuencias.

El primer paso era construir una base social enojada que con el primer chispazo pueda incluso cometer actos violentos en contra de quienes ellos señalen como los responsables de cualquier cosa que se les ocurra. De esa manera comenzaron a involucrarse en casos donde la justicia no les ha llegado a las víctimas. Con el discurso anti gobierno, convencieron a las personas necesitadas de apoyo de que eran sus salvadores, su única opción y ahora, ya cuentan con sus seguidores, manipulados a través de medias verdades y de sentimientos como el odio y la violencia, elementos sumamente efectivos para estas estrategias de desestabilización.

¿Quiénes son estos 3 agentes del poder que hacen el trabajo sucio?

Los 3 personajes tienen un historial impresentable. Empezando por el autodenominado “Abogado del Pueblo”, Agustín Díaz Torrejón. Nada más narcisista que auto proclamarse con un título tan grandilocuente como ese, así como lo hizo Antonio López de Santa Anna al llamarse “su alteza serenísima”. Este profesor de la Facultad de Derecho, quien fuera expulsado de la Universidad de Colima por faltas (aunque él mencione que el motivo fue por estar en contra de las autoridades universitarias) se involucra en diversos movimientos sociales, y donde no existen tales, los crea con asociaciones civiles o simplemente con agrupar a víctimas de fraudes, de abusos de autoridad o casos parecidos, aprovechando siempre la necesidad de las personas.

Hasta aquí podría ser un caso de buena voluntad, el problema es cuando revisamos su paso por esos movimientos:

En la lucha de trabajadores de la Universidad de Colima por esclarecer el desvío de su fondo de pensiones, Díaz Torrejón fungió como abogado del movimiento. De nada le importó la lucha de los universitarios, quienes mantuvieron una huelga de hambre, pues por la forma en la que llevaba el caso, tenía como fin NO resolver nada y dar largas a los afectados. Los propios universitarios decidieron expulsarlo cuando supieron que les estaba traicionando al no llevar el caso de manera correcta, mientras ya había un arreglo entre las autoridades de la universidad y Torrejón.

El “abogado del pueblo” se mantuvo durante meses dándoles esperanza, cuando ya había pactado desde antes para que ese caso fuera a dar a un callejón sin salida. Los resultados hablan por sí mismos, puesto que les abandonó en la lucha después de utilizarlos como trampolín mediático. ¿Qué recibió a cambio de parte de la rectoría? Sólo él y las autoridades universitarias lo sabrán.

Su paso por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) fue otra etapa que mostró la verdadera cara de Díaz Torrejón. Como siempre lo hace, inició con el engaño y aprovechando la necesidad. Le mintió a estudiantes universitarios, haciéndolos firmar amparos con los que les aseguró que la Universidad de Colima no les tendría que cobrar ninguna inscripción. Hizo un show mediático y presentándose como militante de Morena y fiel servidor de López Obrador, tomó la batuta para “defender” a los estudiantes. Las respuestas a esos amparos llegaban a un domicilio particular al que sólo él tenía acceso. Nunca se supo de los resultados de esos amparos y a los estudiantes sólo les hizo perder el tiempo. Pero a Díaz Torrejón en cambio, le sirvió como proyector político.

Luego quiso ser candidato para la alcaldía de Colima y al perder una encuesta ante otro militante y fracasar en el intento para obtener su candidatura, se dedicó a hacer un grupo alterno al interior de la organización política, generando divisiones y pugnas internas.

Después de sumarse al equipo de la candidatura del General Gallardo para gobernador en la contienda de 2015, a parte de manejar de manera pésima la campaña de su candidato, se dedicó principalmente a dividir al partido de López Obrador en Colima, lo que ocasionó, entre otros factores, que Morena fuera un contrincante súmamente débil, sin tener representación en el Congreso local. Como dato curioso, actualmente el General Gallardo es uno de los principales detractores de López Obrador y no desaprovecha cualquier oportunidad para despotricar contra el actual presidente, todo mundo puede comprobarlo simplemente con revisar su página de la red social de Facebook.

El último paso de Torrejón en Morena Colima fue querer competir por la dirección del partido, llegando incluso a la ridícula estrategia de formar una asociación civil que le permitiera conseguir adeptos. Lo ridículo está en el nombre de la asociación: “TORREJON A.C.” que sus siglas significaban “Todos Organizados Recibiremos Respuestas Justas en Orden Natural”. Solamente un narcisista ególatra hace que por la fuerza su nombre se acople a siglas sin ton ni son.

Esta “asociación” supuestamente ayudaba a formar negocios de tortillas hechas a mano, llamadas “torti a mano”, que consistían en la entrega de tortilladoras manuales simples de una sola pieza, un pequeño cilindro de gas y un comal, desde luego a personas afines a Morena, mientras corría el proceso electoral interno del partido, siendo una clara muestra de cómo aprovecharse de las necesidades de la gente humilde para obtener beneficios políticos. El otro apoyo era la entrega de plantas de Moringa, que anunciaba como “tan milagrosas que Fidel Castro las consume”. Desde luego hubo reclamos por todos lados, puesto que con la mayoría de “beneficiarios” quedó mal.

Afortunadamente la militancia de ese instituto político activó una campaña de concientización y no lo dejaron avanzar, logrando solamente ser consejero y quedando con un grupo reducido de seguidores, los cuales, en su mayoría, recibían dinero del abogado para permanecer a su lado. Finalmente en publicaciones de redes sociales anunció su renuncia a la militancia en Morena, para después dedicarse a construir una base social aprovechando como siempre las necesidades de la gente.

Así estuvo inmiscuido en diferentes casos fungiendo como abogado, siempre aprovechando los medios de comunicación para ser el protagonista. Formó parte de la defensa de un profesor que se negó a evaluarse con la Reforma Educativa de Enrique Peña Nieto. Él mismo le recomendó que no se evaluara, lo que llevó al profesor a perder su empleo, que nunca fue recuperado, hasta ahora que el nuevo gobierno de AMLO inició los procesos para que los profesores despedidos tuvieran de nuevo su puesto. También, algunas personas conocen su papel como abogado de la familia de un menor de edad que fue asesinado durante la fiesta de un ex Secretario de Turismo, un caso polémico del que solamente sacó ventaja mediática y la familia no obtuvo ningún beneficio, mucho menos la justicia esperada que tanto les prometió.

Actualmente es abogado de víctimas defraudadas por JOV. Ya hizo que encarcelaran a 10 personas por azuzarlas a entrar a una propiedad que según el abogado, les aseguró que era de los defraudados, sin mostrarles ningún documento probatorio, salvo una resolución de 2013 en donde no menciona nada específico sobre la propiedad. Durante la defensa, no tuvo el valor de presentarse para abogar por los detenidos, quienes al final, de manera temporal, fueron puestos en libertad mientras siguen su proceso, todo por la orden de un juez que está vinculado directamente con el abogado contratado en ausencia de Torrejón y que mantiene lazos con el ex gobernador Mario Anguiano.

El único interés que ven Torrejón y sus otros dos cómplices en este caso de ahorradores defraudados es que en la propiedad que invadieron, hecho por el cual fueron detenidos, viven familiares del diputado morenista Vladimir Parra, pretexto perfecto para hacer este show mediático, lleno de manipulación de personas que simplemente buscan justicia donde no deben buscarla, aunque los coloquen en situaciones adversas que les pueden causar infinidad de problemas penales.

Después de que fueran detenidas las personas, Díaz Torrejón ahora genera un escenario mediático para presentarse como defensor de ciudadanos que luchan por sus derechos. Adjudicándose la libertad temporal conseguida de la que no tuvo nada que ver. Siempre protagonista, siempre señalando culpables y siempre generando enfrentamientos y divisionismo. Su papel es muy claro: dividir movimientos a costa de utilizar a personas inocentes y golpear a los enemigos políticos de las élites colimenses, de personajes perversos a los que nunca ataca ni menciona. Si en verdad buscara justicia, debería empezar por donde nunca empieza, señalando a los verdaderos culpables de la barbarie de Colima

Esteban Meneses por otro lado, es un caso totalmente impresentable: ex diputado local por el Partido Nueva Alianza, quien apoyó y aplaudió todas las reforma de Enrique Peña Nieto sin excepción, y nunca presentó una sola iniciativa que mejorara las condiciones de la gente en el Estado de Colima.

Fue el típico diputado que el pueblo odia cansado de lo mismo, aquel que sólo fue a parar la mano en lo que le dijera su partido, y peor aún, en lo que le dijera el PRI, cobrando en ese entonces un sueldo cercano a los 200 mil pesos al mes y ocupando una curul sin retribuir nada a la gente.

Fue diputado plurinominal, es decir, nadie votó por él. Fuentes cercanas a su familia llegaron a decir que se presentaba en su casa presumiendo decenas de miles de pesos que había recibido de las cúpulas del poder por aprobar reformas que le convenían al gobierno del estado.

Lo peor que caracteriza a este personaje es su explosión y violencia. En su vida ha tenido múltiples denuncias por agresión a mujeres. Vecinos se quejan de su actuar violento y familiares lo han expulsado del seno familiar por el mismo motivo.

No está de más mencionar que siendo diputado, fue acusado de atacar a una mujer afuera de un bar, con un machete, causándole daños a la mujer y a su vehículo, por el simple hecho de que le hizo un reclamo por tener mal estacionado su carro e impedirle el paso para que la mujer pudiera salir en su vehículo para retirarse. Este fue un caso comprobado con testigos de por medio y de lo cuál se puede encontrar en registros periodísticos en la red.

No es un secreto la forma en cómo expresa misoginia y homofobia en sus redes sociales. Amenaza incluso de muerte en comentarios de facebook que después elimina para no evidenciarse. También es típico que a detractores que le cuestionan con argumentos sólidos en sus redes, les bloquea después de insultarles de la forma más ruin.

En sus programas transmitidos en vivo en redes sociales, y en sus publicaciones, despotrica sin medida contra quien le venga en gana, afirmando barbaridades sin probar nada, solamente diciendo “fui testigo”, menuda prueba.

Sin lugar a dudas es un personaje violento al que no le pesa verse implicado en escándalos, convirtiéndose en un soldado perfecto para este experimento que la mafia del poder local ha echado a andar. El que antes era esbirro del gobernador y verdugo del pueblo, y que siempre se ha caracterizado por su irracional forma de explotar, en sólo unos meses se presenta como defensor de la justicia, manteniendo las mismas prácticas. Qué buena broma.

Luis Tadeo por su parte es el más nuevo, antes reportero, despedido de múltiples medios por generar conflictos, emocionalmente inestable y con una falta enorme de responsabilidad, denunciado en redes sociales por parte de un regidor de Villa de Álvarez por no pagar una deuda, señalado constantemente por acosar, ser ofensivo sin motivos coherentes, ahora forma parte del trío, realizando la misma labor que sus dos cómplices: armar injurias presentadas como noticias y azuzar a gente inocente para que cometan actos ilegales y posteriormente, utilizar ese acto como nueva bandera para su estrategia mediática.

De él no hay mucho que decir, salvo que responde a los mínimos señalamientos con ofensas, calumnias y un nerviosismo que amenaza con explotar, además de ser fiel a los mismos intereses que sus otros dos compañeros: hacer del escándalo y la mentira su herramienta para figurar entre sus seguidores ávidos de justicia penosamente buscada a través de ellos.

Fue detenido por el caso de allanamiento de morada, lo que llevó a sus dos cómplices para tener el pretexto perfecto y emprender su “defensa”.

El enemigo de los 3 pseudo activistas es el cambio

Es bastante claro que esos 3 personajes que azuzan a las personas a cometer incluso actos ilegales a través de la violencia, para después convertir eso en otra bandera más que les brinde raiting y material publicitario, tienen enemigos bien definidos.

Nunca se meten con energía a enfrentar a los verdaderos poderes que aún mandan en el estado. Al poder judicial, siendo el principal responsable de la falta de justicia en el estado, ni lo tocan. A los representantes de los cacicazgos en Colima, como Fernando Moreno Peña, ni lo mencionan (salvo en ocasiones esporádicas para tratar de disimular un poco), siendo que familiares directos fueron beneficiados con propiedades de JOV, pero a él no lo molestan ni de broma.

De poderes institucionalizados, sólo atacan al gobernador con fuerza, pero a estas alturas ¿quién no ataca a Nacho Peralta?, serían muy descarados de no hacerlo.

Además de atacar en cada momento a uno de los gobernadores más repudiados de Colima, su estrategia es ligar con base en calumnias a líderes políticos de Morena o del gobierno de AMLO con Nacho Peralta. Su ecuación es muy burda, y encuentra eco en un sector dolido de la población gracias a su máscara como buenos actores anti gobierno que han construido.

Lo raro (u obvio) es que que sus blancos siempre son los que más fuerza tienen para poder tumbar al priismo colimense. Sus enemigos con quienes más dejan caer todo su empeño son bastante claros: actores políticos de Morena o del gobierno de López Obrador que tienen altas posibilidades de arrancarle el poder al priato que durante 80 años han gobernado el estado.

Así, uno de sus principales blancos es la delegada estatal del gobierno de AMLO, Indira Vizcaíno Silva, de quien solamente tienen chismes en su contra, calumnias de su vida personal y privada y un caso muerto, nunca probado por un presunto acto de corrupción en su contra, que hasta la fecha, no ha fructiferado por carecer de elementos.

Es decir, quien representa un peligro para el sistema político corrupto en Colima es precisamente la posibilidad de que Indira Vizcaíno llegue a la gubernatura en las próximas elecciones, una mujer que ha demostrado su lealtad a Andrés Manuel, y contra ella, estos 3 agentes del poder, lanzan toda su fuerza, manipulando a sus seguidores que de buena voluntad los siguen con la esperanza de que se les resuelvan sus problemas.

Otro de los enemigos es el dipuado Morenista Vladimir Parra, quien ha sido pieza clave en el Congreso del Estado para que el Gobernador y la mafia priista colimense no tenga cabida en el poder legislativo, como antes sucedía.

El diputado local y coordinador de la bancada mayoritaria, ha impulsado reformas que sin duda alguna afectan a los intereses de grupos ligados al poder, como la FEC y transportistas compadres de funcionarios de alto nivel. Se ha negado a que el Congreso sea un circo al servicio del gobernador. Eso ha generado que la cúpula política en el Estado reaccione. No por nada, Fernando Moreno Peña le dedica muchas de sus columnas de opinión, atacándolo.

Ante ello, los 3 agentes del poder buscaron relacionar al diputado con el caso de una vivienda que según ellos, les pertenece a los ahorradores. Encontraron que quienes habitan la vivienda son familiares de Parra Barragán y desde ahí comenzó una guerra sucia y ruin en contra del diputado y lo peor, de sus familaires, 3 mujeres que ya han sido víctimas de agresiones físicas a raíz de que Meneses, Torrejón y Tadeo impulsan a la gente enojada a cometer actos violentos, según ellos, buscando justicia. Es de extrañarse que Torrejón, siendo abogado, no conozca el artículo 17 de la Constitución, el cual reza que nadie puede hacerse justicia por su propia cuenta (en caso de que existieran razones, pero en este caso, ni siquiera está probado).

Es en donde se ve claramente el objetivo de los 3 agentes del poder. Denostar a quienes en verdad representan un peligro para la mafia política de Colima. No debemos dejarnos engañar, estos 3 agentes han crecido mucho, y sus luchas únicamente benefician a unos cuántos políticos que no quieren perder sus privilegios y quieren que nuevamente el priato se recupere en el estado.