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Por Carlos Ponce de León
Columna: Flujo de ideas
La escasez de agua es un problema que afecta a mil millones de personas, y según el Instituto de Recursos Globales (WRI) hasta 3.5 mil millones podrían padecer este problema en 2025. Al hablar de la falta de agua nos vienen a la mente imágenes de África, Oriente Medio y desiertos en todo el mundo, sin embargo, este problema es más cercano de lo que creemos.
Tan solo en nuestro país 44 millones de personas no tienen un suministro diario de agua, además de que una gran cantidad de agua potable se pierde por fallas en la red de abastecimiento; en Tuxtla Gutiérrez se pierde cerca del 70%, en San Luís Potosí el 50% y en Colima, según la Comisión Estatal del Agua, se pierde cerca del 12% del agua potable, cifra que habría que revisar ya que hace dos años el alcalde de Colima mencionaba que 60% del agua en la capital se desperdiciaba por fugas.
En Colima, la escasez de agua se ha manifestado de diferentes maneras y por diferentes causas; en el 2018 las precipitaciones disminuyeron respecto a otros años, lo que ocasionó un largo periodo de estiaje en el estado y en consecuencia la reducción de los niveles de ríos, acuíferos y presas que abastecen a la población, siendo los principales afectados Cuauhtémoc, Comala, Ixtlahuacán y Manzanillo.
Además de la falta de lluvias, diversos problemas administrativos y de recaudación han causado complicaciones para mantener el abastecimiento de agua en algunas comunidades. A principios de este año se habló del riesgo de quedarse sin agua en todo el estado debido al incremento del costo de producción de electricidad y la incapacidad de los 9 organismos operadores para cubrir los costos de operación de equipos de bombeo debido a la baja recaudación que han tenido.
En el estado la falta de pago de servicios debilita la capacidad operativa de los organismos operadores; en Ixtlahuacán, solo el 35% de la población paga oportunamente, en Armería 40%, en Manzanillo 60% y en Colima – Villa de Álvarez el 70%. En promedio en todo el estado solo el 50% de los usuarios paga puntualmente el servicio de agua potable y drenaje.
Se necesita desarrollar estrategias para mejorar la recaudación de los organismos operadores, más allá de proponer descuentos para los clientes morosos. Se deben estudiar las causas que hacen que la población no colabore con el pago de servicios para definir como atenderlas. La capacidad económica (67% de la población gana entre 3,000 y 15,429 pesos mensuales) y la percepción de la calidad del servicio (¿por qué voy a pagar si solo tengo agua con tierra dos veces por semana?”) son solo algunos de los factores que pueden estar causando la falta de participación de la población.
La integridad de la infraestructura hidráulica del estado es algo que vale la pena tratar, aunque no hay un registro de fácil acceso público que mencione la antigüedad de la red de distribución, CIAPACOV tiene un mapa interactivo en el que se muestra toda la red de Colima – Villa de Álvarez, en este mapa se puede conocer el material de cada tubería, lo que puede dar una idea de la antigüedad de la red (las tuberías de asbesto cemento pueden tener hasta 60 años), el problema es que el sistema no está actualizado y no refleja cambios de al menos 2 años de antigüedad.
La inversión en nueva infraestructura para solucionar los problemas de agua en los municipios ha dejado que desear, en el caso de Cuauhtémoc, hace casi un año el presidente municipal mencionó que en el 2020 los problemas con el agua serian resueltos con la construcción de dos nuevos pozos, aunque a la fecha no ha arrancado ningún proyecto, y hace unos días mencionó que pronto iniciará la construcción.
Los conflictos sociales también pueden generar problemas de escasez, en el caso más reciente en Chihuahua se habló de daños a los sistemas de bombeo de la presa La Boquilla que interrumpieron el abastecimiento de agua, y en un ejemplo más cercano, en distintas ocasiones la gente de Zacualpan ha tomado las instalaciones de CIAPACOV en el manantial como protesta ante la falta de agua cortando el suministro; paradójicamente la comunidad de la que se extrae el agua para Colima y Villa de Álvarez constantemente tiene problemas con el abastecimiento de agua.
Además de Zacualpan se han presentado problemas de escasez en comunidades del municipio de Cuauhtémoc, donde algunas familias solo tienen acceso al agua dos veces por semana, por algunas horas y a baja presión, algunas personas se ven en la necesidad de levantarse en la madrugada a captar hasta la última gota de agua en el periodo en que el servicio está funcionando. En el municipio de Armería fue necesario suspender clases en 2018 y 2019 por la falta de agua en el municipio, la razón, el adeudo de 2 millones de pesos a la Comisión Federal de Electricidad. Hace unos días se comunicó que de nuevo habría cortes en el suministro eléctrico que afectaría al sistema de abastecimiento de agua del municipio a raíz de un adeudo de 7 millones de pesos a la CFE.
La falta de agua es un problema que adquiere mayor importancia cada año, el cambio climático y el crecimiento poblacional no harán más que agravarlo si no se toman las medidas necesarias para mitigar su impacto. Mejorar la capacidad de recaudación de los organismos operadores, buscar alternativas de captación de agua, incentivar el reúso de aguas residuales, mejorar la recarga de acuíferos e incrementar la participación de la población en la gestión del agua, así como la alianza entre sociedad civil, iniciativa privada, academia y gobierno son elementos que aportarán a disminuir los problemas de escasez en nuestro estado.