Ayuntamientos viciosos y ciudadanos cómplices.

Por el L.C.E. Irving Alcázar

Columna Desde la Costa  

Los temas de interés nacional suelen cautivarnos por tratarse de asuntos que pueden parecernos transcendentales, y no es que no lo sean, pero no pequemos tanto de ingenuos. En el pasado cercano, la popularidad de la televisión como medio de información contribuyó al hecho de que estuviéramos más atentos a lo que pasaba ya sea en el congreso federal o bien con el presidente en turno que con el gobierno municipal, por poner ejemplos. Actualmente, con el amplio uso de redes sociales nos es más posible estar conectados e informarnos sobre lo que hacen nuestros ayuntamientos.
   

Aunque parezca más entretenido hablar sobre el caso Lozoya o sobre Cesar Duarte, habrá que recordar y reconocer que, en los hechos, si un tema es más perceptible o destaca más no significa que sea más relevante que otros que sí nos afectan directamente. La mayoría de ellos son propiciados por decisiones que se toman cerca de nuestros hogares, en el centro de la ciudad, en el salón de cabildo del Palacio Municipal.
   

Dependiendo del lugar, se les llama Gobiernos Municipales, Alcaldías o Municipalidades, en México son generalmente conocidos como Honorables Ayuntamientos y se trata del órgano de representación popular encargado del gobierno y la administración del municipio, entonces hablamos de la institución de la administración pública de menor rango geográfico pero el más cercano a la gente, ahí su importancia.
   

Constitucionalmente, los ayuntamientos cimentan su base jurídica en el artículo 115°. Además, éste establece que los servicios públicos y funciones a cargo de la administración pública municipal serán: agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento de aguas residuales, alumbrado público, limpia, recolección, traslado, tratamiento de residuos, mercados, panteones, rastro, calles, parques, jardines seguridad e incluso la libre administración de su hacienda. Asimismo, los municipios están facultados para la administración de su zonificación a través de planes de urbanización y vigilando el correcto uso de suelo
   

La Ley del Municipio Libre del Estado de Colima en su artículo 2° establece que cada uno de los 10 municipios de la entidad goza de autonomía para la gestión de sus intereses y para la correcta conducción con relación a la realización de sus actividades de gobierno de acuerdo con su realidad, condiciones y necesidades. En este entendido, un ayuntamiento es la forma de gobierno mediante la cual el pueblo realiza la autogestión de los intereses de la comunidad.
   

Lamentablemente el ejercicio de la administración pública municipal ha estado muy viciado no sólo en los municipios de nuestro estado, sino que, en la mayoría de las demarcaciones municipales del país, lo digo sin temor a equivocarme. Y es que por más facultades que las leyes les otorguen, mientras no exista la voluntad política por parte de sus ediles para acatarlas, nuestro entorno cercano no cambiará ni remotamente.
   

Un ejemplo clarísimo de esto es el cobro del impuesto predial. Muy pocos son los municipios que pueden ostentarse como “municipios modelo” en hacer efectivo el cobro de esta contribución en específico, esto es hasta obvio, ¿qué presidente municipal va a querer asumir el costo político que esto implica?, porque sin duda es más sencillo sólo estirar la mano y recibir las participaciones federales y estatales. Aún cuando un efectivo cobro de los impuestos municipales podría suponer más y mejores obras y servicios para la ciudadanía.
   

A los presidentes municipales les es más fácil y beneficioso utilizar las transferencias presupuestales para estar repartiendo becas, uniformes, útiles escolares, materiales para la construcción y despensas, sólo por mencionar algunas que suenan de alguna manera más o menos sensatas, y ya ni hablar de apoyos para fiestas de quince años, compra de lavadoras, autos, entre las más descabelladas. Es entonces que, ya teniendo comprometido el dinero para gasto corriente y la política clientelar electorera, se recurre a la solicitud de créditos para medio hacer todo aquello a lo que están facultados y obligados a realizar. Un cuento de nunca acabar, en el que el ayuntamiento como institución no deja de estar comprometido y atado de manos.
   

Este tipo de clientelismo no siempre culpa de los políticos, sino que se trata de un acuerdo escrito en el aire entre actores políticos y la ciudadanía, porque ante necesidades más perentorias, los ciudadanos prefieren una despensa al mes que cambiar el empedrado de su calle por concreto hidráulico, entonces de pagar el predial ni les hablamos, ¿verdad? Si un político va a una comunidad y ofrece este tipo de políticas o soluciones realmente difícilmente van a ser tomados en serio porque además no se tiene la confianza ni la certeza de que se van a realizar y en nuestra ignorancia y conveniencia como ciudadanos preferimos el camino fácil.
   

Como ejemplo, no puedo dejar pasar el tema de las colonias Miravalle 1 y 2, en Manzanillo, los vecinos ni tomaron en cuenta a la Presidenta Municipal, me imagino que hasta gorda les cayó, aun cuando la solución ofrecida en ese momento, y desde hace un año, es la correcta para que se les pueda hacer justicia. Sin embargo, los mismos políticos verdugos y oportunistas de siempre calman las aguas con medidas paliativas enviando heroicamente desde despensas y hasta maquinaria para su “bienestar” cuando lo que esa gente necesita es ser reubicada, pero no lo serán si no se organizan ni emprenden acciones legales contra quien resulte responsable; a algunos no les conviene que esto suceda. Sólo el pueblo unido y organizado puede salvar al pueblo.
   

Como ciudadanos debemos de participar desde los ayuntamientos para cambiar al país, desde donde nos es más fácil incidir en la toma de decisiones y podemos ser escuchados. Nosotros sabemos lo que nuestro entorno necesita y es ahí donde toma protagonismo la participación ciudadana. Vuelvo a Miravalle, ¿quién permitió que un fraccionamiento se construyera encima de la vena de un río?, si es que el ayuntamiento se encarga de otorgar estos permisos. Si tal vez, como vecinos estuviéramos más atentos a las sesiones de cabildo y al trabajo de nuestros regidores muchas desgracias que hoy vivimos no serían. Insisto, a alguien no le conviene que sepamos esto.

Incluso los mismos partidos políticos deberían tratar de hacer mejor su trabajo o poner especial atención en los ayuntamientos porque, si ya son gobierno, desde ahí pueden formarse una buena reputación y si no lo son, como oposición pueden trabajar en un plan alternativo municipal que escuche y cautive a los ciudadanos, pero siempre para bien y acatando la ley. Sigamos madurando como sociedad, la transformación del país se debe dar de abajo para arriba, hagámonos escuchar.

Twitter: @uyotrogei

Posdatas:

1.- México Libre, el partido de Felipe Calderón no fue, pero no hay que cantar victoria, pareciera ser que el INE sólo le pasó la papa caliente al TEPJF con el afán de no seguir minando su ya erosionada reputación.

2.- Pasada una semana del inicio de la colecta de firmas para la consulta popular del juicio a expresidentes y a 6 días de la recta final no queda más que, seguir en la colecta de firmas y mandarle un amplio agradecimiento por su entrega y apoyo en esta noble causa a las Diputadas Livier y Ana Karen y al Diputado Vladimir. No nos cansemos de seguir empoderando al pueblo. ¡Arriba y adelante!