Se opacó la esmeralda
Por Irving Alcázar*
Columna: Desde la Costa
No cabe duda de que estamos viviendo una revolución de conciencias, se esté o no de acuerdo con el presidente López Obrador, y citando sus palabras los mexicanos estamos “muy avispados”, más que nunca. Por supuesto que esto nos fortalece como democracia, el hecho de que no estemos dispuestos a dejarle pasar un abuso o traspié, por mínimo que sea, a la autoridad, significa que hemos comenzado a madurar como sociedad.
No está de más decirlo, hay que tenerlo bien presente, tenemos derecho a un buen gobierno e incluso, más allá de eso, el gobierno debe representarnos a todas, todos y todes. Con esto no me refiero sólo a la legitimidad depositada en las urnas el día de las elecciones que, si bien es importante, ahí no termina el asunto; a veces a los candidatos una vez convertidos en servidores públicos se les olvida que ya representan a una población y no sólo a una parte de ella, se les olvida que ya no son los abanderados de un partido sino el presidente de algún municipio, sólo por poner un ejemplo.
Reflexionando en torno a lo anterior, es imposible no pensar en la desafortunada publicación que llevó a que Leoncio Morán destituyera a su Secretaria del Ayuntamiento el pasado 24 de agosto. Esmeralda Cárdenas, calificó a la homosexualidad como “un pecado detestable”, lo anterior causó malestar en la comunidad LGBTIQ+, sin duda y como siempre se ha hecho salimos literalmente y nos volcamos en las redes a exigir respeto, que es merecido.
¿Pero es que entonces Esmeralda Cárdenas en su calidad de Secretaria del Ayuntamiento de Colima no nos representaba? O es que olvida que un amplio sector de la comunidad a la que orgullosamente pertenezco apoyó a la planilla encabezada por Leoncio Moran para poder ser Presidente Municipal por tercera ocasión. Ahí hay una responsabilidad compartida ya que como lo establece el artículo 67 de la Ley del Municipio Libre del Estado de Colima, la Secretaría del Ayuntamiento, no es un cargo de elección popular, éste depende y es nombrado directamente por el poder ejecutivo municipal, lo que hace preguntarme: ¿Qué tipo de funcionarios tiene Locho en su administración?
La Secretaría del Ayuntamiento es un cargo al que generalmente no le damos la importancia que merece, pero no es un cargo menor. La Ley del Municipio Libre de nuestro estado, en su artículo 69, enlista las facultades y obligaciones que tendrá el Secretario del Ayuntamiento, pero más exactamente en la fracción IX, establece que se encargará de “organizar y vigilar el ejercicio de las funciones del registro civil […]”, todo lo anterior es refrendado por el Reglamento del Gobierno Municipal de Colima, en sus respectivos artículos y fracciones.
Entonces si una pareja del mismo sexo quiere adoptar o casarse, o incluso si alguien quisiera cambiar de identidad con todo lo que esto conlleva, nos veríamos obstaculizados sólo por las creencias religiosas de una persona que está en un cargo que debería hacernos sentir representados. No digo que éste sea el caso del Ayuntamiento de Colima y de su ahora exsecretaria, se trata de resaltar sobre la importancia obligada en sensibilizar a los funcionarios con relación a estos temas. Al día de hoy, en nuestro estado y en el país ya podemos hacer valer nuestros derechos por otras vías, en el supuesto de que se vieran violentados.
Esmeralda Cárdenas, afortunadamente, ya no es funcionaria pública, se dijo violentada en su derecho a la libertad de expresión, en lo que no ahondaré por lo patético de su argumento. Da tristeza que no comprenda que ocupando un cargo en la administración pública es importante no promover el discurso de odio en contra de las minorías. Esmeralda argumenta que lo que publicó no “lo dice ella, lo dice Dios”, pero no alcanza a comprender que el discurso de odio abarca también la sola difusión de estereotipos negativos que contribuyan a la estigmatización de grupos que ya de por sí han sido históricamente violentados.
Los políticos no entienden o lo que no alcanzan a dimensionar es que no pueden seguir haciendo política como antes de 2018, vuelvo a citar al Presidente: “¡Fuera Máscaras!”. Si los políticos de siempre, es decir los conservadores, quieren seguir haciendo política pues que lo hagan, que se dirijan a su mercado, que no nos vuelvan a usar para ganar puestos; que sepan y que lo sepan bien que no vamos a retroceder en la defensa de los derechos que como comunidad nos ha costado desde tiempo hasta vidas conquistar.
Que esto sea un precedente para nosotros, quienes tampoco dimensionamos nuestro poder como sociedad, no es para menos, se logró la destitución de la conservadora Secretaria del Ayuntamiento del Desgobierno Municipal de Colima, la capital del estado. Se hizo justicia, ni un paso atrás en la defensa de nuestros derechos, ni siquiera para tomar impulso.
Posdatas:
- Durante toda esta coyuntura y leyendo los comentarios de las personas que mostraron su apoyo a Esmeralda, da mucha tristeza que siga existiendo mucha ignorancia en cuanto a estos temas en la sociedad de la capital colimense. Comentarios, tal vez los menos, llenos de odio, desinformación y fanatismo religioso a los que todos los días nos debemos enfrentar no solo en redes, sino que en la vida real la Comunidad LGBTIQ+.
- Un jaloncito de orejas al Congreso del Estado, sin mencionar diputados en específico, quienes ya debieran haber incluido en la legislación sanciones a funcionarios que promuevan o difundan el discurso de odio; sanciones que podrían ir desde cursos de sensibilización hasta inhabilitaciones para ocupar cargos públicos.
*Irving Alcázar es Licenciado en Comercio Exterior. Twitter: @uyotrogei