¿Día de las Madres?
Por Caty Suárez
El día de hoy se ha convertido en un emblemático día para quien nos gestó y estuvo cerca, cada que fue necesario.
Es un día que nos obliga a reflexionar sobre ellas, nuestras Madres, todas. Tal vez, tendremos más claro de quiénes han sido y son ellas si nos alejamos un poco de la inmediatez del día “de las madres” que las sublima y quiere convertirlas en puras, santas y etéreas en un rol creado y establecido para ellas.
No, a muchas de ellas no les preguntaron qué querían de su vida, no tuvieron oportunidad de estudiar, de reconocerse a ellas mismas como personas, nunca imaginaron que debían ser sujetas de derechos, les hicieron creer que tener hijos/as y criarlos debía ser su única razón de vida.
¿Y sus sueños? ¿Tenían? ¿O habrá quien piense que gran parte de su vida es vivirla embarazada, cocinando dos o tres veces al día, lavando ropa y atender a su hombre?
Solo una vez me atreví a preguntarle por sus sueños y estos ya no aparecieron en su mente, solo la amargura de ciertos tiempos vividos.
No hay anécdotas de cada uno de sus hijos y sus hijas, solo hay recuerdos del río y los chacales que atrapaba, de las hortalizas que sembraban y comían, de las casas de barañas y lodo que enjarraba, de sus fogones y gallinas, de su gran suerte para tener que darnos: comida, vestido y el estudio.
Esa suerte la pone feliz, porque en esa etapa de su vida, tuvo autonomía económica, dinero ganado por ella y que la hizo fuerte, decidida. Su clara inteligencia afloraba cada día al darnos plena libertad de construirnos como personas bajo sus principios y valores incuestionables.
Ahora, demuestra a todas y todos su gran amor mediante la comida, con sus recetas que domina y otras que selecciona. A veces muestra su cansancio pero lucha contra él y se mantiene activa. Su caminar empieza a ser lento. La veo feliz, la disfruto feliz.