El nuevo paradigma social se llama: Sembrando Vida
Por Alfredo Álvarez
Antes de las elecciones y ya perfilada para ser la próxima Secretaría de Bienestar, la ingeniera María Luisa Albores estuvo en Colima en abril del año 2018, luego de los diálogos, de conocerle y sentirle, escribí una columna para el periódico local Ecos de la Costa la cual titulé “un nuevo paradigma de desarrollo social es posible”, hoy puedo afirmar que el pilar de esa transformación es el Programa Sembrando Vida, ejemplo al mundo.
El programa estrella del gobierno federal arrancó en Colima el pasado 14 de mayo del 2019 con la presencia de la Secretaria de Bienestar, Mtra. María Luisa Albores Gonzáles y el subsecretario de Planeación, Evaluación y Desarrollo Regional Javier May Rodríguez nuestro estado es uno de los 19 elegidos para sembrar más de un millón de hectáreas y generar más de 400,000 empleos permanentes en el país.
Un reto importante, que será superado con la voluntad de cada sembrador y sembradora de cada localidad, territorio y comunidad del país, como bien dice el presidente, el campo es una reserva importante de valores, eso lo evidenciamos día con día, al caminar los ejidos y darnos cuenta que pese al intento neoliberal de despojarnos incluso de la identidad, en los pueblos aún se conserva a través de la cultura, costumbres y saberes que permiten preservar y mantener ejemplo vivo de un mundo mejor es posible.
En Colima el Programa Sembrando Vida contempla reforestar 12,500 hectáreas en los 10 municipios del estado, ello, no es poca cosa, pues significa que el 2.2 % del total de nuestro territorio, por primera vez será utilizado para llevar a cabo practicas alternativas al modelo de despojo agroindustrial. Junto con 5,000 sembradores y sembradoras que tendrán acompañamiento permanente de parte de binomio de técnicos: un técnico productivo, para lo pertinente a volver a hacer producir la tierra de manera orgánica, sin químicos y por otro lado se encuentra el técnico social quien tendrá la importante labor de ir remendando y fortaleciendo las diferentes cuestiones sociales concretas de cada ejido y localidad.
Territorio y no escritorio
Durante los gobiernos neoliberales se puso de moda la modalidad conocida como “ventanilla”, donde dependiendo el ciclo se abría y operaba en ciertos horarios, dicha forma obligaba a los campesinos y campesinas a trasladarse desde sus localidades a una oficina para entregar documentos y en caso de faltar alguno, volver. Con el nuevo gobierno ya es distinto, la ventanilla son los técnicos en territorio, ellos recaban los documentos y realizan estudio socioeconómico en los domicilios de cada potencial sembrador o sembradora, así mismo verifican que las parcelas cumplas con los lineamientos del programa.
Otro eje importante es que el programa es noble en su implementación, permite la adaptabilidad y elección de especies de plantas desde los propios campesinos y campesinas, únicamente tienen que sembrarse mediante el sistema de Milpa Intercalada con Árboles Frutales (MIAF) y el Sistema AgroForestal (SAF), entre ambos sistemas cada sembrador deberá sembrar las 2.5 hectáreas. Con ello se busca garantizar primeramente la seguridad alimentaria en el corto plazo mediante la milpa, mediano plazo con árboles frutales y a largo plazo con los maderables.
Para ello a los 5,000 sembradores que ingresen al programa en Colima se les pagará un jornal de cinco mil pesos mensuales. Aquí resaltar las palabras del Presidente AMLO “compañero escucha, en la hamaca no se lucha”, lo anterior tiene sentido dado que el ultimo informe presentado por parte de la Secretaría de Bienestar resalta que en 2019, fueron dados de baja casi veinte mil sembradores por no trabajar la tierra conforme a la indicación de los técnicos. Muestra de que el programa verdaderamente tiene como objetivo la transformación rural.
El territorio es como los dedos de la mano, cada uno tiene condiciones específicas desde climáticas hasta sociales. En algunos ejidos encontramos resistencia a sembrar de manera orgánica, como lo hacían nuestros abuelos y abuelas, que no necesitaban de químicos y lograban alimentar a grandes ciudades de más de 300,000 pobladores como Tenochtitlán, mediante el sistema milpa aplicado en chinampas. Y se atrevieron a llamarnos incivilizados.
Bases del nuevo paradigma:
El programa en la selección de personal se dio a la tarea de buscar lo multidisciplinario en las carreras, existen desde biólogos, agrónomos hasta nutriólogos.
El trabajo interinstitucional entre varias instituciones como es la CONAFOR, SEMARNAT, SAGARPA, PROFEPA, CONAGUA, PA, entre otras en mesas de trabajo poniendo al centro el bienestar de los sujetos de derecho, sobre todo de los más pobres.
1 de cada 3 plantas será producida por los propios sembradores y sembradoras en los miles de viveros comunitarios que se construirán con ese fin.
La Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) retoma su papel de proveedor de árboles forestales como lo fue cuando yo era niño, a lo largo del país existen doce viveros militares, lo que permite generar miles de empleos aparte de los que se generarán por el programa.
En Sembrando Vida se fomentará el arraigo a los hombres y mujeres jóvenes en sus terruños, cada técnico contará con 12 becarios del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, lo que permitirá generar en ellos el amor por la tierra y el territorio.
En los viveros se fabricarán con insumos locales los biofertilizantes a utilizar, con ello se evitará la dependencia de ellos en el exterior, por ende, se ahorrarán costos y mejor aún el medio ambiente no será envenenado. Al respecto, resaltar un dato importante que nos proporciona el INEGI, en los últimos cinco años, nuestro estado Colima ha ocupado los primeros lugares en cáncer de mama y próstata. Por lo que al reforestar el 2.2% del territorio servirá como ejemplo a otros campesinos de que se puede sembrar sin agrotóxicos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador está poniendo las cartas sobre la mesa al dedicarle al programa dentro del presupuesto del año 2020, 28 mil 500 millones de pesos. Presupuesto histórico, al representar la mayor inversión a inversión para verdaderamente echar andar el campo mexicano con alternativas sustentables y sostenibles ante la crisis climática y de desnutrición la solución no vendrá del sometimiento al modelo industrial, por ello, el éxito del programa está en gran parte en manos del equipo operativo: técnicos, facilitadores, coordinadores territoriales y regionales, pero también, gran parte, en la voluntad de los sembradores para transformar e impactar glocalmente.
Me atrevo a decir que es una oportunidad histórica, única en el mundo, dado que, si lo leemos bien, el programa Sembrando Vida plantea una transición progresiva para en comunidad ir dando el paso hacía un modelo alternativo agroecológico, que a su vez nos permitirá caminar hacía lograr la Soberanía Alimentaria y dejar atrás la triste dependencia alimentaria en la que nos convirtieron los gobiernos neoliberales al importar cerca del 40% de los alimentos que consumimos en México.
Invito a todas y todos a ser parte de, si conocen a algún posible sembrador pueden comunicarse al teléfono (312) 314 89 50, extensión 40441 y 40424.
Puede leerse en blog personal: https://ruralidadescolimenses.wordpress.com/2018/04/22/un-nuevo-paradigma-de-desarrollo-social-es-posible/