Estación Esperanza: El autoritarismo en la Universidad de Colima
Por Vladimir Parra
Recientemente hemos visto una cruzada de las autoridades de la Universidad de Colima para defender su idea que tienen de la autonomía, mediante una serie de conferencias impartidas por funcionarios federales y actores políticos.
Es legítima esa campaña que han emprendido. Esperemos que pronto, con ese mismo entusiasmo, por fin le den la voz y el foro a quienes desde el interior nunca han sido escuchados por tener ideas distintas a las de las autoridades universitarias.
Pero, toco el tema porque quiero referirme a un caso específico que me causó indignación, mismo que ocurrió precisamente durante la visita de una de las conferencistas que las autoridades universitarias invitaron, la Dra. María Helena Álvarez-Buylla Roses, directoral del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Su servidor se enteró de un acto condenable en el que un enviado del Rector José Eduardo Hernández Nava, irrumpió y quiso censurar una reunión entre la Dra. Álvarez-Buylla y miembros de la comunidad universitaria en el ramo de la investigación, supuestamente argumentando que no contaba con la autorización del Rector, y que las instrucciones de Hernández Nava eran las de suspender dicho evento.
Condenamos enérgicamente la actitud de las autoridades universitarias, quienes pretendieron censurar a la Dra. María Helena Álvarez, que únicamente llevaba a cabo una reunión de trabajo con fines de investigación y coordinación para beneficio de la ciencia en Colima.
Expresamos nuestra solidaridad a la Dra. Álvarez-Buylla Roses, quien cuenta con toda la autoridad moral y académica para emprender los esfuerzos que considere necesarios para potenciar el desarrollo de la investigación científica en el Estado y en país.
Hacemos un llamado a las autoridades universitarias para que garantice la libertad de cátedra y de la libre discusión de las ideas.
La rectoría de la UdeC no debe imponer de manera autoritaria la censura, mucho menos cerrar las puertas a la libre manifestación de las ideas, como en este caso, donde dicha reunión trataba temas de relevancia provenientes de la titular de una institución tan importante como lo es el Conacyt, consejo que ha beneficiado a miles de universitarios y a la propia Universidad de Colima, en aras de avanzar en el campo del conocimiento científico.
En la Universidad de Colima, máxima expresión de la universalidad y pluralidad del pensamiento, no deben existir prácticas que pretendan callar voces. Nuestra casa de estudios debe en todo momento rechazar la imposición de una sola forma de pensar.
La comunidad universitaria, desde estudiantes, docentes, investigadores y trabajadores, necesita garantías para ejercer la libertad de cátedra, la libre manifestación y discusión de ideas, con autogobierno en donde imperen los procesos democráticos. Bajo ninguna circunstancia se deben permitir actos autoritarios, represivos ni mucho menos debemos dar cabida a las represalias al interior de La Universidad de Colima, institución de todas y todos los colimenses.