Otro sistema agroalimentario sí es posible: La agroecología imprescindible para la nueva Ley de alimentación adecuada y sostenible, ¡alimentos libres de plaguicidas!
La agroecología es un movimiento que rescata las prácticas agrícolas indígenas y campesinas, fundamentales en México. Con su conocimiento profundo de la naturaleza, los campesinos mexicanos han creado sistemas agrícolas resilientes, capaces de adaptarse al cambio climático, las plagas y enfermedades, y de resistir el modelo alimentario industrial que amenaza la biodiversidad y la salud de la población. En este sentido, el país del maíz se mantiene firme en su defensa de la agricultura tradicional como una alternativa al sistema agroalimentario industrial global, el cual, dominado por grandes corporaciones, promueve prácticas no sostenibles que contribuyen al cambio climático y producen alimentos de menor valor nutricional.
La llegada de la presidenta Claudia Sheinbaum ha dado un nuevo impulso a estas prácticas a través de su política agroecológica, la cual representa un cambio fundamental en el manejo del campo mexicano. Su iniciativa «República Rural Justa y Soberana» busca fortalecer el acceso a tecnologías de riego y mercados justos, así como reformar el sector agrícola para garantizar un uso eficiente y responsable del agua, esencial para estados como Colima. Este compromiso con la sostenibilidad y la justicia para los pequeños y medianos productores sitúa a nuestra región en una ruta de desarrollo rural equilibrado y con visión hacia el futuro, asegurando la preservación de nuestros recursos naturales y el fortalecimiento de nuestra soberanía alimentaria.
La Cuarta Transformación ha marcado un cambio hacia un modelo agroecológico en la política pública, impulsando programas como “Sembrando Vida” y “Producción para el Bienestar” que promueven prácticas agrícolas respetuosas con el medio ambiente y libres de plaguicidas. Estos programas, desarrollados con el respaldo de instituciones federales como BIENESTAR, SADER y CONAHCYT durante la administración del siempre presidente, Andrés Manuel López Obrador, reflejan el compromiso nacional con la producción de alimentos saludables y sostenibles.
Un logro significativo en esta dirección ha sido la implementación de etiquetas de advertencia en alimentos procesados. Impulsado por el Grupo Intersectorial de Salud, Alimentación, Medio Ambiente y Competitividad (GISAMAC) y diversas secretarías de Estado, este esfuerzo ha permitido que se coloquen advertencias en productos que exceden niveles seguros de sodio, azúcar y grasas saturadas, protegiendo así la salud de los mexicanos y fortaleciendo la educación alimentaria.
La reciente aprobación de la Ley de Alimentación Adecuada y Sostenible marca un hito en el camino hacia la soberanía alimentaria y la justicia social. Esta ley garantiza el derecho de las personas a condiciones apropiadas para la producción de alimentos y promueve un desarrollo rural integral y sustentable en las comunidades. En este marco, Colima ha sido seleccionada como entidad modelo para diseñar los instrumentos y construir de manera colectiva las directrices de esta ley, con Coquimatlán liderando el esfuerzo como el primer municipio en “transición agroecológica” del estado. Esta iniciativa ha sido impulsada por movimientos sociales agroecológicos, como el Frente en Defensa del Maíz y la Red Estatal de Agroecología, que se consolidan cada vez más.
El respaldo y liderazgo de la gobernadora de Colima, Mtra. Indira Vizcaíno Silva, ha sido clave para avanzar en esta transformación agroecológica que pone a nuestro estado a la vanguardia en el uso responsable de la tierra. Su apoyo ha sido fundamental para hacer de Colima un ejemplo de sostenibilidad en la agricultura y un modelo para el resto del país. Sigamos construyendo juntos un futuro próspero y sustentable para la tierra del volcán, donde la agroecología sea el eje de nuestro desarrollo rural.