Por: Alfredo Álvarez
Desde su candidatura, la primera gobernadora de izquierda del estado de Colima, Indira Vizcaíno Silva, dejó en claro que la educación sería una prioridad durante su administración. A tres años de gobierno, el programa “Colibecas” se ha consolidado como un éxito, promoviendo la justicia social y facilitando el acceso a la educación para miles de niños, niñas y jóvenes en los niveles de educación básica, media superior y superior de escuelas públicas.
El derecho a la educación es un derecho humano fundamental reconocido en el artículo 3° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el cual establece que toda persona tiene derecho a recibir una educación de calidad que contribuya al desarrollo integral del ser humano y a la construcción de una sociedad justa y equitativa. Además, la Ley General de Educación establece la obligación del Estado de brindar las condiciones necesarias para asegurar el acceso, permanencia y egreso de los estudiantes en todos los niveles educativos, sin discriminación y con pleno respeto a la dignidad de cada individuo.
En este contexto, como legislador local, he tenido el privilegio de acompañar a la gobernadora en varias entregas de apoyos. En una de estas, un detalle me llamó la atención: al preguntar a los estudiantes de secundaria cuántos tenían una computadora en su hogar, solo un cuarto de los asistentes levantó la mano. Lo más impactante fue cuando se les preguntó si esa sería la primera computadora en sus familias, y la mayoría respondió afirmativamente. Este es un claro ejemplo de cómo el Gobierno del Estado está abordando las necesidades fundamentales, dotando a los estudiantes de secundaria de escuelas públicas de una herramienta imprescindible en la actualidad: una computadora de calidad.